Gerardo Flores Ramírez/ El Economista
Corno muchos de ustedes habrán notado, en las últimas semanas, hemos tenido en nuestro país un interesante debate a propósito de la reforma hacendaria y el sector telecomunicaciones. Me refiero, desde luego, al tema de las cuotas para diversas bandas del espectro radioeléctrico que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) propuso al Congreso de la Unión, entre las que sobresalen las relativas a las bandas de 2.5 GHz y de 700 MHz.
En este espacio ya hice referencia a la supuesta sorpresa con la que algunos ahora estudiosos del tema del valor del espectro dicen que se toparon, y que en un exceso se atrevieron a afirmar que con esta propuesta la SHCP abría una nueva forma de cobrar por el espectro, lo que aquí ya acredité que es completamente falso.
Ahora bien, la semana pasada, justo en medio del frenesí de algunos nuevos estudiosos del valor del espectro, el órgano regulador de Reino Unido, Ofcom, publicó una consulta pública respecto de su intención de elevar el precio que los titulares de licencias en las bandas de 900 MHz y 1,800 MHz pagan en ese país cada año. Debo precisar que esta intención no deviene de una ocurrencia de los comisionados de ese órgano, sino de una directiva que el gobierno británico hizo a Ofcom en el 2010.
Independientemente de los valores que el regulador británico propone para las bandas referidas, lo que debe destacarse es el hecho de que las autoridades de ese país tienen muy claro que, para promover un uso eficiente del espectro radioeléctrico, es necesario que el precio que los operadores pagan por este bien escaso se acerque al valor intrínseco que este recurso tiene para el mercado. Ésta es una noción que los economistas hemos sostenido desde hace ya casi dos décadas: me refiero por supuesto al caso del espectro radioeléctrico.
La discusión que acaba de abrir Ofcom en Reino Unido no puede ser más oportuna para México, particularmente, en el contexto de la discusión de la reforma hacendaria que en la actualidad tiene lugar en la Cámara de Diputados. De forma independiente a la postura que asuman las diputadas y los diputados de los diversos grupos parlamentarios en el análisis y discusión sobre las cuotas de derechos previstas en la iniciativa de reforma de la Ley Federal de Derechos, resulta imperativo que en todo momento tengan presente que la experiencia internacional indica que cualquier entidad, sea pública o privada, debe pagar por el uso o explotación de un bien del dominio público, un precio lo más cercano posible al valor que para la sociedad tiene dicho bien. En este tema, el Congreso no puede ni debe renunciar a su facultad de establecer cuotas de derechos por el uso, aprovechamiento o explotación de bienes del dominio público como es el espectro, independientemente de la facultad que el constituyente otorgó al Ifetel para el establecimiento de contraprestaciones “por el otorgamiento” de las concesiones de que se trate.
En otros temas. Altamente preocupante que justo una decisión que involucra un bien valioso, como es el de la banda de 2.5 GHz, se haya mantenido tanto tiempo bajo un velo de oscuridad. Hago votos para que el retraso o impasse no haya tenido que ver con las cuotas de derechos que aprobará el Congreso.
*El autor es Senador de la República.
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