Gerardo Flores/ El Economista
El jueves de la semana pasada, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio 2014, por un monto total de 4 billones 467,226 millones de pesos. Este gran total incluye el gasto que ejercerán los tres poderes de la unión, considerando las transferencias a las entidades federativas, así como lo que ejercerán de igual forma los órganos constitucionalmente autónomos.
El Poder Ejecutivo ejercerá un total neto de 4 billones 378,375 millones de pesos. De éstos, 1 billón 131,486 millones de pesos serán ejercidos en forma directa por las distintas dependencias que conforman este poder, mientras que 2 billones 113,922 millones de pesos se ejercerán a través de los distintos programas que manejan las distintas secretarías y 1 billón 571,142 millones de pesos que corresponden a lo que ejercerán Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE.
Dentro de los ramos autónomos, quiero destacar el presupuesto aprobado para los tres órganos constitucionalmente autónomos que fueron creados este año a partir de dos sendas reformas constitucionales: a) el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), para el que se aprobaron 2,000 millones de pesos; b) la Comisión Federal de Competencia Económica, a la que se le autorizó un presupuesto de 297 millones de pesos, y c) el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, al que se asignaron 613.4 millones de pesos.
En los tres casos, no cabe la menor duda de que la Cámara de Diputados tomó en consideración y fue sensible a los enormes desafíos que enfrentarán estas nuevas autoridades durante el 2014.
En el caso particular del Ifetel, contrario a lo que quienes abusan de la charlatanería parlamentaria y mediática acusaban el mismo día que los diputados discutirían y votarían el dictamen relativo al PEF 2014, la Cámara Baja aprobó un sustancial incremento con respecto al presupuesto promedio que la extinta Cofetel llegó a ejercer en sus últimos tres años, que rondaba los 700 millones de pesos por año. Hay quienes aún cuestionan el monto aprobado, sin embargo, en estos casos resulta útil poner el monto aprobado para el Ifetel en el contexto de lo que ejercen sus pares en otros países. Un caso extremadamente útil es el de Ofcom, el órgano regulador de las telecomunicaciones y la radiodifusión en Reino Unido, que si bien no tiene facultades plenas en materia de competencia económica, el marco legal de ese país lo convierte en un casi regulador de la competencia en los sectores que regula.
Pues bien, el presupuesto que Ofcom solicitó al parlamento británico para el año fiscal 2013-2014, fue de 188 millones de dólares americanos, apenas 21% superior al monto que el Ifetel ejercerá en el 2014. La diferencia es que el mercado de telecomunicaciones y radiodifusión de Reino Unido es 2.5 veces más grande que el mercado mexicano.
Los diputados aprobaron ya importantes montos de recursos económicos para que los reguladores puedan trabajar de manera responsable, aún en el contexto que hoy vivimos en el que no se ha aprobado la legislación secundaria. El siguiente desafío es construir una legislación secundaria apegada a las mejores prácticas internacionales, no a los hígados más biliosos. Está en juego el bienestar de los mexicanos.
Twitter: @GerardoFloresR
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El autor es Senador de la República.
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