Gerardo Flores/ El Economista
La semana pasada, me referí en este espacio a un debate que ha tenido lugar en otros espacios de opinión muy señalados sobre la propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) con respecto a la cuotas de derechos por el uso, aprovechamiento o explotación de bandas del espectro radioeléctrico; han llamado la atención los casos de las bandas de 700 MHz y la de 2.5 GHz. Sobre este tema he leído argumentos muy respetables, pero debo decir que también he leído argumentos para descalificar dicha propuesta, francamente, carentes de seriedad.
Hay quienes suponen que lo que aquí he escrito es producto de un súbito interés por el tema. A ésos, simplemente, les informo que fui Director General de Licitaciones del Espectro Radioeléctrico en la extinta Cofetel del 2001 al 2005. El tema de los pagos por la explotación de bandas de frecuencias del espectro es uno que he estudiado incluso antes de haber asumido ese cargo. Así que sé de lo que hablo y escribo, por supuesto.
Algo que, puntualmente, consigné en mi colaboración de la semana pasada es que no existe fundamento para afirmar que en función del tamaño del precio que se paga por la explotación de frecuencias está el nivel de las tarifas que pagan los usuarios de los servicios que se prestan a través de redes que utilizan ese recurso escaso. El nivel de las tarifas está en función de muchos otros factores, lo mismo ocurre con los niveles de inversión en infraestructura. Ejemplos que apoyan esto y contradicen la argumentación que cito al inicio de este párrafo existen en varios países europeos y en Estados Unidos.
A raíz de mis reflexiones de la semana pasada, funcionarios de la SHCP hicieron contacto conmigo para compartir información diversa sobre este tema. Un dato que quiero destacar de esa información tiene que ver justo con esta relación entre precios del espectro y tarifas de los usuarios que algunos sostienen a la ligera. Lo primero que hay que destacar es que la información de la SHCP parte de una base de datos que han construido a lo largo de ya varios años sobre información de una gran cantidad de países. Por ello, no tengo reparos en compartir con ustedes algunas conclusiones que se desprenden de una gráfica elaborada por la SHCP, en la cual se observa con claridad que hay países donde se ha pagado mucho por el espectro -medido en dólares por MHz por habitante, el indicador estándar utilizado para este fin- y, sin embargo, el nivel de las tarifas que pagan los usuarios en esos países está por debajo de las que pagan usuarios en países donde se ha pagado poco por las frecuencias del espectro.
Destaco el caso de Reino Unido, donde se ha pagado precios relativamente altos por el espectro, pero donde existen niveles de tarifas competitivos. Por el contrario, está el caso de Suiza, donde se ha pagado precios muy bajos por el espectro, pero donde lamentablemente los operadores no han transferido ese supuesto ahorro a los usuarios vía menores tarifas de los servicios finales.
Que haya gente a la que no le gustan los niveles de las cuotas de derechos propuestos por la SHCP porque sus proyectos de grandes negocios a expensas de los contribuyentes pierden los extraordinarios niveles de utilidad que esperaban, sin garantizar un beneficio directo a los usuarios, es tema de otro debate.
EI autor es Senador de la República.
Twitter: @gerardofloresr
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