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Cofeco: un final de ocurrencias

Gerardo Flores Ramirez*/ El Economista

Las postrimerías en la vida de la Cofetel y de la Cofeco, los dos órganos reguladores cuyo destino quedó sellado como resultado de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones y competencia económica, han sido francamente emblemáticas para conocer tal como son a sus respectivos presidentes. En esta ocasión tomo como muestra la actuación del Comisionado Presidente de Cofeco, Eduardo Pérez Motta, a propósito de dos temas muy recientes.

El primero tiene que ver con las declaraciones del mismo funcionario a raíz de la resolución por la que Cofeco negó la concentración entre las empresas Comex y Sherwin Williams, ambas del ramo de pintuiras y recubrimientos. Sin entrar al fondo del tema objeto de esa resolución, resulta muy importante hacer notar que en realidad se trata de un modus operandi de este órgano desconcentrado, que en los últimos años se ha destacado por adoptar decisiones que reciben una enorme publicidad en los medios de difusión, pero que al paso del tiempo nos hemos enterado que en realidad son etapas intermedias que dicho órgano utiliza para negociar con los agentes económicos una decisión definitiva en el tema de que se trate. Baste recordar la muy afamada multa a Telcel por casi 12 mil millones de pesos impuesta por Cofeco en 2011, multa que fue ampliamente publicitada incluso en medios extranjeros, pero que para desencanto de los analistas serios fue revocada a cambio de 5 compromisos de Telcel, que este operador en la práctica ya había asumido.

En el caso Comex-Sherwin Williams, el mismo día que se hizo pública la resolución de Cofeco, el comisionado presidente salió a medios a tratar de bajar el perfil de la decisión argumentando que desde luego aún le quedaba a los afectados la posibilidad de interponer un recurso de reconsideración, que como señalé, se trata de una salida utilizada hasta ahora por Cofeco para negociar compromisos con los agentes involucrados en sus decisiones para revertir la decisión que los involucrase.

Sin embargo, hoy existe un marco constitucional nuevo en la materia que expresamente establece en el artículo Séptimo transitorio del correspondiente decreto, que si bien es cierto a partir de la entrada en vigor de la reforma y hasta en tanto se crean los nuevos órganos constitucionalmente autónomos, Cofeco y Cofetel podrán seguir actuando conforme al marco legal vigente al momento de que hubiere entrado en vigor este decreto, también es cierto que las resoluciones adoptadas respecto de procedimientos que hubieren iniciado con anterioridad a la creación de los nuevos órganos, solo podrán ser recurridas vía amparo indirecto. Es decir, ya no pueden ser objeto de recurso de reconsideración como anteriormente estaba previsto. Por lo visto, el comisionado Presidente de Cofeco no se ha tomado la molestia de leer con detalle el decreto de reforma constitucional.

El segundo tema, igual de grave es la forma en que remitió al Presidente Peña Nieto y a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados la propuesta de adecuaciones a la Ley Federal de Competencia Económica. Por la importancia del tema, se esperaría que hubiere tenido la cortesía de discutirla con sus pares integrantes del pleno de ese órgano. Se sabe que no lo hizo, que es sólo propuesta de él, pero le hizo creer a todos los destinatarios que se trata de una opinión del órgano regulador, en este caso representado por todo el pleno. Vaya forma de despedirse.

 

* El autor es Senador de la República.

 

Twitter: @gerardofloresr

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