Gerardo Flores Ramírez
El Economista
En diversas ocasiones escribí en este espacio, antes de la firma del Pacto por México, sobre mi escepticismo con relación al proyecto enarbolado y, sobrevendido, por un grupo reducido de funcionarios de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para explotar la banda de 700 MHz bajo la figura de una red compartida de servicios al mayoreo.
La semana pasada tuve la oportunidad de confirmar algo que ya había escuchado con anterioridad: el optimismo de quienes impulsan esta idea tiene como referencia proyectos supuestamente similares, en dos países africanos: Ruanda y Kenia, y en Rusia.
En el caso de Ruanda y Kenia, se trata de dos proyectos que aún no funcionan, porque las redes ni siquiera están desplegadas, no obstante que tienen estos planes desde el 2010, aproximadamente. Además, la gran diferencia con lo previsto en la minuta de la reforma de telecomunicaciones es que ahí las redes mayoristas serán operadas por operadores privados, no por entes públicos. La lógica de estos países es que los operadores establecidos podrán beneficiarse del acceso a las respectivas redes de la misma forma que lo podrán hacer operadores móviles virtuales, comúnmente referidos como MVNOs.
En el caso de nuestro país, la misma expectativa le vendieron al secretario Ruiz Esparza y al presidente Enrique Peña Nieto. Sólo que hay un detalle: es cierto que es altamente probable que los MVNOs entren al mercado mexicano y le impriman cierto dinamismo, pero lo natural es que arranquen justo en los mercados donde es más fácil capturar clientes: las zonas metropolitanas. Ahí es donde sin duda observaremos los beneficios de estos jugadores, con ofertas innovadoras y mejores condiciones de servicio al cliente, que serán sus características principales. Es un error monumental pensar que pequeños inversionistas o los MVNOs que vengan del extranjero se sentirán atraídos para empezar a ofrecer servicios en las localidades donde hoy no hay quién ofrezca servicios.
En el caso de Rusia, Yota, el operador que está desplegando una red LTE mayorista, lo está haciendo en la banda de 2.5 GHz, donde tiene asignados sólo 30 MHz. La apuesta es igual, atraer a MVNOs. En su caso, a pesar de haber desplegado ya su red, su modelo aún no ha demostrado ser exitoso.
Con base en lo anterior, reitero mi postura acerca de que destinar los 90 MHz disponibles en la banda de 700 MHz para la red mayorista que será operada por Telecom de México no es una buena idea. No hay referentes internacionales exitosos que sustenten esta apuesta con un recurso de enorme valor para los mexicanos. Para empezar, se estima que deberá desplegarse una red con cerca de 6,000 antenas transmisoras para cubrir todo el país, con un costo que muy probablemente supere los 7,000 millones de dólares.
¿No habría sido mejor que se conformara un paquete de 30 MHz de la banda de 700 MHZ, complementado con 40 o 50 MHz de la banda de 2.5 GHz, para ser asignado a un operador privado con obligaciones de acceso abierto y cobertura universal en todo el territorio nacional? Eso sí permitiría un uso más óptimo del espectro.
* El autor es Senador de la República.
Twitter: @gerardofloresr
