2021.03.05
Vía El Heraldo de México
A partir del pasado 23 de marzo, aquellos usuarios que hagan uso de banca electrónica se verán obligados a entregar sus localizaciones geográficas cuando realicen cualquier operación.
A partir del pasado 23 de marzo, aquellos usuarios que hagan uso de banca electrónica se verán obligados a entregar sus localizaciones geográficas cuando realicen cualquier operación. Por disposición oficial, los bancos, así como otros intermediarios financieros, tienen la obligación de obtener la información sobre la ubicación de los dispositivos móviles desde donde los cuentahabientes realicen sus operaciones.
La geolocalización será procesada como coordenadas, y permite conocer el comportamiento de los clientes cuando hacen operaciones en línea lo cual es relevante tanto para detectar actividades ilegales como el lavado de dinero o financiamiento de actividades terroristas. Lo anterior no implica que los bancos puedan obtener la ubicación de las personas todo el tiempo, pues la geolocalización se rastreará únicamente en el momento en que se realice cualquier transacción bancaria digital. La geolocalización no servirá a los bancos para fines de cobranza, ya que para que esta se lleve a cabo tiene que haber una orden judicial de por medio y un proceso legal.
Existen varios bancos y proveedores de pago de tecnología financiera quienes han incorporado la autenticación basada en los datos del GPS de un dispositivo móvil como un mecanismo de seguridad adicional. Algunos países también lo han implementado derivado de compromisos internacionales. En el caso de México la implementación de la geolocalización se deriva de su integración al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
La discusión sobre la implementación de esta medida no versa sobre si debemos o no combatir el lavado de dinero y el terrorismo, todos estamos de acuerdo en que se debe de hacer, sin embargo, hay que tomar en consideración que en México no somos los mejores cuidando la información de las personas y existen antecedentes en los cuales las bases de datos de millones de mexicanos han terminado en venta en el mercado negro como los padrones electorales del INE, los cuales en 2015 terminaron a la venta en línea.
Estos datos representan información sumamente sensible sobre las personas pues, adicionalmente a la información sobre nuestras cuentas bancarias, ahora se obtienen las coordenadas desde donde hacemos nuestras transacciones bancarias. Dado lo anterior, la caída de esta información en manos equivocadas o del crimen organizado podría ser catastrófica.
Una mala implementación de esta nueva disposición terminaría desincentivando el uso de la banca electrónica, la cual en la pandemia nos ha ayudado mucho, y peor aún poniendo en riesgo a millones de personas. Es importante que tanto el gobierno como los bancos demuestren constantemente que el aseguramiento de estos datos es infalible, de lo contrario terminaremos con mas de con dos problemas en vez de haber solucionado solo uno.