El periodismo, las comunicaciones, telefonía, radio, televisión, finanzas, comercio y otras actividades han sido profundamente transformadas con la internet y el poder de la tecnología. La economía mundial ahora depende en gran medida de transacciones financieras que se llevan a cabo en nanosegundos por poderosas computadoras interconectadas que mueven capital. El tradicional sistema monetario controlado por los Estados nacionales no está exento de esta revolución digital.
El dinero es esencial para una economía moderna. Se utiliza en casi todas las operaciones que subyacen a la actividad económica. Sin embargo, con el tiempo, los medios de pago han cambiado.
El intercambio de monedas de metales preciosos era un método temprano de hacer pagos en varias economías y ahora la mayoría del dinero toma la forma de depósitos bancarios introducidos vía electrónica en los libros contables de los bancos. Los pagos entre clientes del mismo banco se compensan mediante anotaciones en las cuentas contables de ese banco.
Para hacer transferencias entre instituciones existe una cámara de compensación operada por el Banco de México (o por los diversos bancos centrales) que compensa y liquida las deudas entre bancos y sus clientes. Al final, para que un pago electrónico sea procesado, éste debe pasar por procesadores de pago (como Visa o Mastercard), el banco central, los bancos comerciales y otros intermediarios. Todo esto es regulado y vigilado por las autoridades monetarias y sujetos a una serie de regulaciones complicadas.
Contrario a este complejo proceso de pagos y compensaciones, en el último lustro han surgido monedas alternas. bitcoin es la más famosa y sonada moneda virtual hasta ahora, pero existen diversas monedas alternas y electrónicas. La novedad de estas monedas es que transparentan y descentralizan el sistema de contabilidad y compensación de los pagos hechos entre usuarios del sistema. Mientras que en el sistema tradicional los bancos comerciales y el banco central tienen el control contable de liquidación y compensación de pagos, en bitcoin y otras monedas virtuales el registro contable es público y abierto a todos los usuarios. La confianza, esencial para cualquier sistema financiero y bancario, se deposita en la red de usuarios que utilizan el sistema.
Cada vez es más común encontrar en internet comercios que aceptan bitcoin como medio de pago. Sin embargo, no obstante la luna de miel de la prensa con estas monedas virtuales, éstas no son del todo confiables y están sujetas a problemas que en su mayoría estaban resueltos con la centralización del sistema monetario. El mayor de ellos es la confiabilidad y la especulación sobre estas monedas. Los precios de estas monedas fluctúan mucho y los costos para generarlas son muy altos todavía.
No obstante estos obstáculos, las monedas virtuales tienen mucho potencial para el futuro. Como cualquier innovación, su uso y adopción están sujetas a muchas variables, pero instituciones como el MIT Media Lab ya están apostando en ellas.
Veremos.