Hace unos meses, en el blog de la revista inglesa The Economist (http://econ.st/13H2d7v), los autores se hicieron la pregunta de si el telegrama había muerto.
El telegrama es un servicio que data del siglo XIX, mediante el cual se transmiten mensajes cortos de una persona a otra por una red de telecomunicaciones. La red del telégrafo fue importantísima en sucesos históricos para nuestro país, como la Revolución Mexicana y la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, con las nuevas tecnologías, como el teléfono fijo, el celular, los SMS y otras formas de mensajes cortos, el telegrama ha ido en declive para ser usado meramente para mensajes de cumpleaños y felicitaciones.
Por ello, la pregunta de si murió el telegrama es interesante. Por la propia dinámica de las innovaciones en el mundo de las telecomunicaciones y tecnologías de la información, pareciera que este servicio es un anciano de más de un siglo y medio de edad. Recientemente, en India se anunció que el servicio de telegramas de la empresa estatal BNSL terminaría el próximo 15 de julio y, por ello, en esa fecha se enviaría el último telegrama a escala mundial.
Sin embargo, no obstante la sorpresa del lector, el telegrama sigue vivo en nuestro país y en otros como Japón, Bélgica y Suecia. En México, el servicio de telegramas es operado en forma exclusiva por una empresa paraestatal de telecomunicaciones (Telecomm Telégrafos), que ofrece servicios de comunicación telegráfica, transferencias nacionales, internacionales y servicios satelitales, entre otros. Si bien el telegrama de texto simple va en declive (en 2007 se enviaron alrededor de 480 mil telegramas, en 2012 se enviaron menos de la mitad), los servicios asociados al telégrafo son importantísimos para la población del medio rural y semirrural de nuestro país: a través de una red de alrededor de mil 650 oficinas se reciben y envían pagos de remesas internacionales y nacionales, vitales para muchas comunidades, y una válvula de escape para las presiones económicas, aunado a que se acercan los servicios financieros a poblaciones a las que el mercado no llega.
Adicional a ello, en México el telegrama tiene plena validez jurídica, dado lo estipulado en leyes como la Ley de Amparo. El más reciente ejemplo es una notificación que hicieron los abogados del exgobernador de Tabasco, Andrés Granier, a la Procuraduría de Justicia de Tabasco. Los telegramas francos (como se les llama a los que envía el Poder Judicial Federal) representan alrededor de mil millones de envíos al año.
En ese sentido, el telegrama no ha muerto. Si bien la tendencia de las innovaciones de los servicios de telecomunicaciones han desplazado a este servicio, en México sigue siendo un servicio de gran importancia para el sistema financiero, los programas sociales y la inclusión digital a través de la red de oficinas y la troncal de telecomunicaciones que opera Telecomm Telégrafos.