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De satélites y órganos reguladores

Rodrigo Pérez Alonso/ Excélsior.

§   Ha sido cuestionado el proceso para elegir a los integrantes del Instituto Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia Económica.

La semana pasada, aprovechando la apertura a la inversión extranjera derivada de las recientes reformas en materia de telecomunicaciones, una empresa francesa (Eutelsat SA) anunció que compraría el 100% de Satélites    Mexicanos (Satmex).

La compra significa un desembolso de 831 millones de dólares por parte de Eutelsat y asume también la deuda que tiene Satmex. De hecho, en el comunicado de prensa con motivo de esta transacción, se menciona que el valor de Satmex es de mil 142 millones de dólares y sus deudas netas ascienden a 311 mdd. Satmex ha pasado por altibajos desde los años 90, cuando fue privatizada la operación satelital de Telecomm Telégrafos a la familia Autrey, anteriores accionistas de la firma de distribución farmacéutica Casa Autrey (ahora Casa Saba). Sin embargo, con una mala administración, presiones de mayor competencia del sector, costos hundidos altos y la reserva del Estado de más de 300 MHz de la capacidad satelital de Satmex, entre otros factores, las finanzas de la empresa nunca fueron totalmente saludables.

Con la compra de Satmex quedará únicamente una empresa mexicana en el mercado: el sistema Mexsat, de la empresa paraestatal Telecomm Telégrafos, que opera la capacidad satelital del Estado en Satmex, a principios del año lanzó (bajo una inversión de la SCT) el satélite Bicentenario y estará por lanzar dos satélites más. La diferencia es que el sistema Mexsat ofrece sus servicios principalmente a entidades de seguridad nacional y de gobierno para sus necesidades de comunicación.

El anuncio representa sin duda la primera muestra del éxito de la reforma de telecomunicaciones para atraer inversiones frescas al sector.

Sin embargo, la transacción en específico está todavía sujeta a la aprobación de los órganos reguladores viejos y nuevos. En ese sentido hay todavía una especie de vacío legal en las aprobaciones de esta transacción; si bien sigue en vigor la autoridad de la Cofetel en esta materia, el nuevo IFT -una vez que se constituya- deberá eventualmente emitir una opinión favorable, principalmente en competencia económica, para esta compra.

Ello trae a colación otro tema reciente: este pasado sábado se aplicó lo que será el último filtro técnico para la elección de los siete comisionados del nuevo IFT antes de pasar el filtro político. Se aplicó el examen de conocimientos al que tenían derecho los aspirantes que cumplieron con los ocho requisitos establecidos en la reforma. Este proceso ya ha sido cuestionado por algunos actores. Si bien algunas voces replican la opinión en privado de algunas empresas reguladas, han surgido algunos cuestionamientos que me parecen válidos. El Comité de Evaluación pecó de exageración en los requisitos solicitados a los aspirantes al IFT: incluyó requisitos más allá de los solicitados en la propia Constitución. No obstante ello, aspirantes que cumplían con los mismos (atendiendo a este principio binario), fueron excluidos sin explicación. A su vez, el examen fue exageradamente técnico en materia de ingeniería.

Si las voces pesimistas son correctas, el proceso de selección puede estar viciado de discrecionalidad. Esperemos que sean voces equivocadas.

Con la compra de Satmex quedará únicamente una empresa mexicana en el mercado: el sistema Mexsat.

Fotos y gráficos: http://www.freedigitalphotos.net

Twitter: @rperezalonso

 

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