2019-07-05
El miércoles pasado se reportaron fallas en los servicios de WhatsApp, Facebook e Instagram. Ese día no se pudieron enviar imágenes, videos ni audios, y el servicio de mensajes de texto mostraba intermitencias. Si bien la falla no fue global, sí fue de escala mundial, ya que hubo afectaciones en Argentina, Brasil, Centroamérica, la costa este de Estados Unidos, casi toda Europa y, por supuesto, México.
Para las plataformas en competencia, como Viber o Telegram, representó la oportunidad de posicionarse como servicios sucedáneos; mientras que para las aplicaciones afectadas implicó un detrimento en la confianza por parte de los usuarios y posibles pérdidas en ventas de publicidad.
Cabe recordar que en marzo pasado sucedió algo semejante durante más de 20 horas y Facebook argumentó cambios en su servidor. No ha sido fácil el último año para esta empresa internacional, recordemos que su propietario, Mark Zuckerberg, tuvo que comparecer ante el Congreso estadounidense por el uso indebido de datos de 87 millones de usuarios de Facebook por parte de la firma británica Cambridge Analytica, que trabajó para la campaña del actual presidente, Trump.
Ante este panorama, bajo la perspectiva de garantizar a los usuarios la continuidad de un servicio sin fallas, y ante un uso más intensivo de estas “nuevas” formas de comunicación, volverá a reavivar la discusión sobre si debe haber un marco regulatorio estatal que las rija. Para el usuario -atendiendo los fallos que se han visto en el lapso de un año en estas plataformas- existen dos rubros que deben protegerse: los datos personales y la calidad del servicio.
Facebook, en particular, se ha pronunciado públicamente por una mayor regulación de la industria tecnológica, luego de un artículo de opinión que Zuckerberg escribió para The Washington Post. La regulación no es un tema fácil, sobre todo por la tentación de los gobernantes por controlar plataformas de información, cuando la tendencia es una desregulación y un sentido de responsabilidad de las empresas multimedia, lo importante es que el usuario quede protegido.