Javier Tejado Dondé/ Reforma.
La semana pasada, la industria de las telecomunicaciones a nivel mundial fue sorprendida por declaraciones que acusaron a la empresa china Huawei de realizar espionaje para el Gobierno chino.
Ya en otras ocasiones habían surgido dudas de las prácticas de Huawei, las cuales han llevado a países como Reino Unido, Australia, Paquistán y Estados Unidos a realizar audiencias sobre la empresa. En Estados Unidos, el Congreso incluso citó a comparecencias, por el Comité de Inteligencia de la Cámara de representantes, para estudiar riesgos a la seguridad nacional.
Pero ahora la declaración más directa que vincula a Huawei con prácticas de espionaje para el Gobierno chino viene del general Michael Hayden, uno de los militares más reconocidos en Estados Unidos, quien llegó al más alto rango posible y recibió apoyo tanto de Clinton (demócratas) como de Bush (republicanos) para dirigir la Agencia de Seguridad Nacional (1999-2005), encargada del espionaje electrónico. Posteriormente trabajó para la Casa Blanca como Director de Inteligencia (2005-06) y luego fue nombrado Director de la Agencia Central de Inteligencia (2006-09).
En una entrevista reproducida en varios medios, el general Hayden señala que la construcción de equipo y de redes de telecomunicaciones “son poderosas herramientas de inteligencia”, pero también que Huawei era una “amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos” y aceptó que esta empresa espía para y por cuenta del Gobierno chino. Señaló estar sorprendido por la magnitud del esfuerzo y persistencia china para espiar electrónicamente a Estados Unidos.
Es aquí donde México entra a la película. En el artículo que escribí el 14 de mayo pasado, titulado “La Danza de los Millones”, me referí a que el Pacto por México, a petición del PAN -léase del ex Secretario de la SCT Juan Molinar-, logró incluir en la Constitución la creación de una red mayorista operada por el Gobierno en la banda de 700 MHz. En esas mismas fechas, su ex coordinador de asesores y hoy presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, tenía varias reuniones (de las que excluyó al resto de los comisionados) con directivos de ventas de Huawei, el principal proveedor de equipos para redes como la que ahora el Gobierno está obligado a desplegar por la reforma constitucional. Y aunque Huawei ya tiene otros clientes en México, como Iusacell, a raíz de dicha reforma está montando nuevas oficinas en Santa Fe, como si estuviera seguro de ganar el contrato de la banda de 700. Y es que, según el general Hayden, a menudo Huawei da “las ofertas más bajas”, dando a entender que tira los precios (dumping) para quedarse con contratos relevantes.
Y es que mientras el Gobierno de México pretende crear en la banda de 700 MHz una red mayorista estatal, un año antes de que surgiera el Pacto por México, el Gobierno norteamericano dispuso mediante la ley H.R. 3630 usar la misma frecuencia para un proyecto de la Office of Emergency Communications, coordinado y fondeado con 7 mil millones de dólares por el Homeland Security Bureau, para alojar en esta banda sus servicios de seguridad pública y de emergencia nacional.
Si bien ya habían serios cuestionamientos de las empresas de telecomunicaciones por i) el uso que en México se le daría a la banda de 700 MHz y ii) el enorme costo de montar una red de esta naturaleza (más de 10.5 mil millones de dólares), ahora surge la interrogante de la seguridad nacional.
A Huawei no la han dejado entrar a Estados Unidos por riesgos de espionaje y la red que va a construir el Gobierno mexicano le daría su siguiente mejor opción: cubrir la frontera sur de ese país en la misma frecuencia que los servicios de emergencia norteamericanos y a tiro de pájaro de la base naval de San Diego, que alberga a la flota norteamericana del Pacífico y que se encargaría de cualquier conflicto en la región asiática.
En estos juegos de geopolítica mundial todo puede suceder. Cómo espían los gobiernos a través de proveedores privados de equipos y servicios de telecomunicaciones quedó recientemente evidenciado, bajo la operación Prisma, por la información de los diarios The New York Times y The Guardian.
México no puede estar al margen de estas intrigas internacionales, por lo que no estaría de más revisar cómo surgió la idea de la banda de 700 MHz y si hay algún riesgo de seguridad nacional. Puede que Hayden sólo esté defendiendo a las empresas norteamericanas de las chinas (actualmente labora en Motorola), pero puede también haber revelado información que pinta cómo el Gobierno chino trata de avanzar sus intereses.
A raíz de la información hecha pública, la actual Administración debería asegurarse de que los dados no están cargados a favor de Huawei en el proyecto de la red 700 y que, de ganarlo, la firma no use la instalación de equipos en la frontera norte para espiar a Estados Unidos desde México.
Twitter: @jtejado
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