El PRI no está aceptando su derrota en varias zonas de Jalisco a manos de Movimiento Ciudadano (MC). En particular en Guadalajara, la segunda ciudad más importante del país, en donde ganó el candidato de MC, Enrique Alfaro. Para ello, el PRI ha iniciado un procedimiento tendiente a anular las elecciones en los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlajomulco, Tlaquepaque y el Salto, todos ellos en el estado de Jalisco.
Para lograr el propósito de anular las elecciones, el PRI-Jalisco ha dicho al INE, según el expediente PRI/JL/JAL/324/PEF/368/2015, que los candidatos de MC realizaron una serie de “indebidas contrataciones y/o adquisiciones en radio y televisión”. Esto es, que habrían comprado ilegalmente espacios en esas dos plataformas. Y también se está acusando a todas las estaciones de radio y TV en Jalisco de realizar “una aportación indebida” o incluso “una posible venta de tiempos en radio y televisión a favor de MC y de sus candidatos (centralmente, Enrique Alfaro)”.
Sencillamente, el PRI está acusando que TODA la radio y la televisión que se escucha y se ve en el estado de Jalisco, de vender ilegalmente propaganda a MC. En pocas palabras, dice el PRI que la radiodifusión se vendió a MC.
El PRI acusa por igual a frecuencias nacionales de Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, MVS y Radiorama; que a frecuencias locales de Radio Armonía, Radio La Barca y Stereo Mundo. Pero no sólo acusa a estaciones privadas, también señala que las estaciones públicas se vendieron a Enrique Alfaro: desde la nueva cadena de TV del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano –misma que rinde cuentas al Senado de la República- hasta las estaciones de radio y TV de la Universidad de Guadalajara.
El PRI, en algo nunca antes visto en este país, está acusando a 61 empresas de medios electrónicos de hacer trampa en las elecciones y haber jugado a favor de Enrique Alfaro y el resto de los candidatos de MC en Jalisco. Y ha solicitado que se abra un Procedimiento Especial Sancionador, el más grande del que se tenga memoria, contra la radio y la TV a efecto de anular las elecciones. Para el PRI está en marcha el complot electoral más grande y burdo en la historia de México.
Lo curioso de este caso es que las estaciones están teniendo que probar que son inocentes de las acusaciones que les hace el partido tricolor. El PRI entregó un monitoreo que mostraría que todas las estaciones en Jalisco dieron más spots a MC de los que deberían haber transmitido. Aproximadamente, dice el PRI, existió un 40% más spots para MC de lo que le correspondería.
La acusación es seria, no sólo porque la hace el partido que gobierna Jalisco y que ostenta el gobierno federal, también porque la sanción para estaciones de radio y TV llegaría hasta la revocación de los títulos de concesión en Jalisco. Y a Enrique Alfaro y al MC les anularían sus triunfos, incluso con el riesgo de perder buena parte de su votación para diputados federales.
Lo que el PRI ha imputado formalmente representa la acusación más grande en contra de medios de comunicación de la que se tenga memoria en México: una colusión de la radio y la TV –pública y privada- para robarles el triunfo.
Una acusación de esta naturaleza no fue hecha ni por Andrés Manuel López Obrador en los momentos más ríspidos de la contienda presidencial del 2006, pero el PRI sí está haciéndolo. En estos momentos, 61 empresas -que representan a 80 estaciones de radio y TV- están teniendo que defenderse del PRI y probar que no vendieron espacios a favor de los candidatos de MC. Lo que difícilmente podrán probar, dado las escasas horas que les han otorgado para defenderse.
El INE, en un primer ejercicio parcial, del 1 al 10 de mayo, sólo detectó que a favor de MC se transmitieron 9 spots de “manera de excedente”. Lo que representa 0.19% del total de spots transmitidos, que son 4,667. Pero ahora, tanto el INE como toda la radio y TV tendrán que verificar sus monitoreos de toda la elección y desmentir las pruebas presentadas por el PRI. Un complot del tamaño que acusa el PRI parece inimaginable, pero ese partido considera que sí es cierto.
Lo que realmente parece estar sucediendo es que el PRI-Jalisco y el gobernador están echando mano de cualquier tipo de artimañas para violentar el resultado de las urnas y anular las elecciones. Y para lograr sus fines, han decidido culpar a todos los medios electrónicos.
Esperemos que el monitoreo del INE, por el que se ha pagado, desde el año 2009, $675 millones de pesos sirva para probar que quien está haciendo trampa no es la radio y la televisión mexicana. No deja de resultar irónico que el sistema de monitoreo del INE, diseñado para encontrar irregularidades en los concesionarios de radio y TV, esté ahora funcionando para desmentir las denuncias de los partidos políticos que lo fondearon.
El INE y el Tribunal Electoral debieran de sancionar este tipo de denuncias frívolas y tramposas que sólo hacen perder a autoridades y a estaciones de radio y TV, importantes recursos y tiempo. Pero también el PRI nacional, y en particular su presidente César Camacho, debiera tomar cartas en el asunto ante el ataque que con recursos públicos se está haciendo contra toda la radiodifusión de Jalisco. Al parecer, los priístas de Jalisco no han encontrado quién la hizo, pero sí quién se las paga.
Cambiando de tema… Otro caso de esquizofrenia es el del senador Javier Corral. Acusa a las televisoras de diseñar la cobertura televisiva de los partidos de futbol —e incluso de sincronizar los tiros en los partidos— para que en la TV se vea la publicidad estática partidista en el momento exacto. Esta vez, para atacar a las televisoras, está también denunciando al candidato panista a la alcaldía de Guadalajara, Antonio Petersen que compró en el estadio Omnilife vallas publicitarias. Así que parece que panista sí come panista.
Twitter: @JTejado