2020.01.11
Vía El Heraldo de México
El efecto que una acción de esta naturaleza tendría en el mediano y largo plazo sería negativo en mercados que hoy en día son fundamentales y que inclusive han cobrado una mayor relevancia ante la pandemia por la cual estamos cursando.
La semana pasada, durante una de las conferencias mañaneras, el presidente dio a conocer que se estaba trabajando en una iniciativa para desaparecer a órganos autónomos. Entre las entidades que se piensan eliminar se encuentran el INAI, COFECE, la CNDH y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
En el caso específico de la temática de esta columna, se pretende que el IFT sea absorbido por la SCT, lo cual sería a todas luces un claro retroceso en la especialización regulatoria que se ha logrado desde 2014 pues la SCT es la encargada de ejecutar la política pública, mientras que el IFT es la encargada de regular los mercado y la competencia en el sector.
El efecto que una acción de esta naturaleza tendría en el mediano y largo plazo sería negativo en mercados que hoy en día son fundamentales y que inclusive han cobrado una mayor relevancia ante la pandemia por la cual estamos cursando.
Además, la eliminación del IFT sería violatoria de la Constitución Mexicana y representa una clara señal de centralización del poder y de las decisiones regulatorias de los mercados, algo que a nivel internacional no sería bien visto y que además vulneraría el cumplimiento de ciertas obligaciones internacionales de México, tales como el T-MEC. Este estipula la obligación del aseguramiento de mercados competitivos, a través de un ente totalmente independiente de la administración pública que regule de manera correcta y eficaz los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión.