2019-10-01
Seguir sancionando a personas por ejercer su libertad de expresión es absurdo. Todos deberíamos tener derecho a decir lo que se nos ocurra y que los ciudadanos juzguen.
Cada mañana, de lunes a viernes, desde que es Presidente, Andrés Manuel López Obrador da sus conferencias de prensa matutinas, mejor conocidas como las mañaneras. Pero ya no podrá hacerlas más a su antojo ya que éstas le serán suspendidas en determinadas fechas, luego de una orden del Instituto Nacional Electoral (INE) que está siendo avalada e investigada por la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
López Obrador instauró las mañaneras desde que era jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Por la hora en la que las daba y la información que tenían, le permitieron ganar reconocimiento más allá de la capital del país. De hecho, su popularidad creció de manera importante y la cobertura nacional que los medios le daban a las mañaneras del jefe de Gobierno fue tema de conflicto entre los funcionarios de aquella época en la Secretaría de Gobernación con medios impresos y, sobre todo, los electrónicos.
Así, dado el éxito que tuvieron las mañaneras hace 15 años, hoy en día las ha hecho cotidianas, y claramente, siguen siendo exitosas: sus declaraciones en ellas se reproducen buena parte del día en los medios, el lenguaje que utiliza es sencillo y le ayuda a mantener su popularidad y, además, es la mayor audiencia que tienen las estaciones de TV del gobierno federal.
Cuando el entonces jefe de Gobierno echó a andar estos encuentros con medios, había otra normatividad para funcionarios públicos. De hecho, en 2007, dos años después de que López Obrador dejara de gobernar la Ciudad de México, fue cuando el Congreso de la Unión aprobó una reforma electoral que restringe severamente la libertad de servidores públicos en lo mediático, pero también lo que los medios pueden decir en épocas electorales.
Con la reforma electoral constitucional de 2007 y la legal de 2008, las ruedas de prensa de gobernantes en épocas electorales están prohibidas. A Felipe Calderón, con estas reglas, lo sancionaron por aparecer en una cadena nacional de radio y TV al dar un mensaje cuando asesinaron al candidato priista a la gubernatura de Tamaulipas en 2010.
Así, con esas reglas y precedentes, el INE reiteró la prohibición al Presidente de dar ruedas de prensa que se transmitan en lugares donde hay elecciones. Con ello, el INE otorgó medidas cautelares para que unos días antes de las elecciones de hace unos meses en Puebla, Durango, Tamaulipas, Baja California, Aguascalientes y Quintana Roo las mañaneras no se difundieran en estas entidades. Incluso, el TEPJF ha abierto ya investigaciones bajo el expediente UT/SCG/PE/PAN/CG/77/2019 para sancionar a los responsables de estas faltas.
En esas mismas elecciones del pasado 2 de junio, el vocero presidencial, Jesús Ramírez, publicó un tuit y un video en YouTube -desde sus cuentas oficiales- con referencia a triunfos de Morena y a obras públicas que está realizando el gobierno federal. Por ello, ya fue sancionado por el TEPJF.
La prohibición a realizar las mañaneras del Presidente y las sanciones por mensajes en redes sociales oficiales son acordes a la ley y precedentes que tenemos vigentes. Pero no dejan de ser medidas absurdas y fuera de todo contexto. ¿En qué país del mundo se prohíben las ruedas de prensa? ¿En dónde se sanciona a un funcionario por publicar un tuit conmemorativo de la elección de hace un año? Sólo en México. Y falta señalar la cantidad de procedimientos absurdos que las autoridades electorales hacen a comunicadores y medios de comunicación, llamados procedimientos especiales sancionadores, los cuales violan toda lógica periodística.
Si seguimos con esas normas, el presidente López Obrador y sus funcionarios tendrán que suspender, el año entrante, las mañaneras de mayo a julio en Hidalgo y Coahuila, y varios meses, de abril a julio de 2021, en todo el país por las elecciones para elegir diputados al Congreso de la Unión.
Ahora que se ha señalado que se hará una reforma electoral para disminuir las prerrogativas que reciben los partidos políticos, sería igual de conveniente eliminar de la norma electoral todo aquello que censura la libertad de expresión de candidatos, funcionarios públicos y comunicadores, en cualquier plataforma de comunicación.
Seguir sancionando a personas por ejercer su libertad de expresión es absurdo. Todos deberíamos tener derecho a decir lo que se nos ocurra y que los ciudadanos juzguen.
También sería absurdo dejar al Presidente seguir adelante con sus mañaneras y que el resto de los gobernantes y candidatos tuvieran restricciones, así que valdría la pena modernizar el marco electoral para disminuir la cantidad de recursos que se otorgan a partidos y candidatos, pero también para eliminar las restricciones a la libertad de expresión en Facebook, Twitter, YouTube, medios impresos y medios electrónicos.