vía La Lista News
No es difícil darse cuenta de que el gobierno no entiende este sector, pero lo usa para endulzar promesas de conectividad para todos.
La falta de conocimiento de la actual administración los mantiene apagando fuegos todos los días. Justifican sin vergüenza todas y cada una de sus mentiras y simulaciones, argumentando una realidad alternativa creada por sus gobernados. Quienes estamos inconformes con su liderazgo mediocre y diarias incoherencias hemos sido bautizados como “detractores”.
El pasado siempre es el culpable de un presente y un futuro en donde la ignorancia de temas trascendentales frena los sectores importantes del país, como es en el caso de las telecomunicaciones.
No es difícil darse cuenta de que el gobierno no entiende este sector, pero lo usa para endulzar promesas de conectividad para todos.
En la realidad ha quedado patente: la eliminación del fideicomiso e-México; la desaparición de la subsecretaría de Comunicaciones para la creación de una empresa paraestatal CFE Telecomunicaciones e Internet para todos, a sabiendas que nunca una empresa del gobierno ha sido positiva encabezando sectores económicos; la no planeación para la integración del sistema satelital mexicano en el plan de conectividad, y una lista de temas que podría seguir, pero que se resume con la búsqueda del presidente por desaparecer la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Los recortes en el sector son temas de todos los días, ya no solamente en lo económico sino también en la falta de comisionados para formar un pleno completo, aunado a una clara misoginia por parte del Ejecutivo para apoyar la entrada de mujeres, invalidando sus capacidades profesionales.
En lo que a los ciudadanos nos toca, la falta de desarrollo del sector telecom se traduce en el agrandamiento de la brecha digital en nuestro país, y un enorme atraso para participar en una economía digital global ante la falta de disponibilidad y adopción de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
Para poner el tema en perspectiva, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en colaboración con la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT): “las principales actividades que realizan los usuarios de internet en 2020 fueron comunicarse (93.8%), buscar información (91.0%) y acceder a redes sociales (89.0%)”, cuando uno de los principales factores de crecimiento económico de los países se vincula con la reducción de la pobreza y el desarrollo de la economía digital. Dudo mucho que los resultados de 2021 disten mucho de los presentados en el 2020.
Si en lugar de estarse peleando con uno de los principales sectores económicos del país, el gobierno tuviera una estrategia clara, México sería candidato a la igualdad, inclusión social, cultura democrática y el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, para que estas puedan coadyuvar a satisfacer las demandas de la sociedad en cuanto a salud, educación, seguridad, alimentación, etc.
Sin embargo, seguimos careciendo de una Estrategia Digital Nacional, el despliegue de infraestructura en telecomunicaciones para la promoción del acceso a la conexión de banda ancha y el desarrollo de nuevas tecnologías en el país, y sumando pobreza dentro de la población y por supuesto cada vez más “detractores económicamente desconectados”.
Ante tanto embate, el órgano regulador de las telecomunicaciones parece preferir quedarse callado y fluir con la “mala época”, sin considerar que lejos de fortalecerse se debilita cada vez mas; mientras que Carlos Slim, cabeza del Agente Económico Preponderante en Telecom, logra más contratos con el gobierno, invierte proporcionalmente menos que cualquiera de sus “competidores” en el país, pero que según Forbes logró “una ganancia desde abril de 2021: 18 mil 400 millones de dólares, basada en telecomunicaciones” y regresando victorioso a la lista de los hombres más ricos del planeta. Algo no cuadra ¿no crees?
