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El desprecio por la educación

El desprecio por la educación

2022.03.08

Vía El Economista

Como ya ha sido ampliamente comentado en diversos medios, de manera consistente con su modus operandi, caracterizado por la obsesión de desmantelar ya sea instituciones, reglas sensatas para la operación de mercados diversos o programas gubernamentales, el gobierno del presidente López Obrador acaba de cometer un nuevo atropello en contra del futuro de millones de mexicanos, me refiero al Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC).

Se trata de un programa que inició en el 2007, durante la administración del expresidente Felipe Calderón, cuyo propósito central era “contribuir a mejorar el rendimiento de los alumnos de las escuelas públicas de educación básica, mediante la ampliación de las horas que los alumnos van a la escuela”. Se trata de escuelas en las que se ofrecía a todos los alumnos jornadas escolares de entre seis y ocho horas diarias. En aquel primer año, se reporta que hubo 441 planteles integrados a este programa.

Durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto se hizo un importante esfuerzo para ampliar el número de planteles dentro de este programa, y con ello el universo de estudiantes atendidos. En consistencia con este esfuerzo, se incrementaron los recursos presupuestales programados para la operación de las escuelas de tiempo completo. De esta forma, de un total de 6,708 escuelas bajo esta modalidad reportadas para el ciclo 2012-2013, que atendían a 1 millón 368,000 alumnos, al cierre del sexenio del presidente Peña ya se reportaban 25,134 planteles, que atendían a 3 millones 583,000 alumnos. En términos presupuestales, el monto destinado a este programa pasó de 2,508 millones de pesos en el 2012, a 11,243 millones de pesos para el ejercicio 2018.

Desafortunadamente, durante la actual administración el ímpetu para hacer crecer esta modalidad educativa simplemente se desvaneció y solo se logró incrementar el número de planteles a 27,067, al mismo tiempo que el monto presupuestal para esta modalidad de escuelas empezó una marcada disminución, al grado que a finales de febrero de este año, la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, anunció la terminación de este programa, simplemente porque las prioridades políticas y presupuestales del gobierno de la cuarta transformación son muy distintas, o dicho de otra forma, porque la inversión en capital humano nunca fue una prioridad el gobierno lopezobradorista.

De nada sirvió que el PETC hubiera sido evaluado por distintos tipos de organizaciones, entre las que están el Coneval, el Banco Mundial, la UNICEF o incluso investigadores académicos, que a grandes rasgos llegaron en su momento a conclusiones similares: los estudiantes que acudían a las escuelas de tiempo completo, sobre todo en zonas rurales o zonas marginadas, mejoraron sus competencias en matemáticas o lectura, por ejemplo. Para muchos podría sonar como algo muy simple, pero se trata de cambios que sí transforman el horizonte de vida de miles o millones de jóvenes que gracias a esas mejoras en competencias pueden aspirar a mejores cosas, entre ellas, un mejor horizonte de ingresos futuros.

Desmantelar el PETC será un signo de lo que habrán representado los seis años de gobierno del presidente López Obrador: el desprecio por la educación, o bien, el desprecio por la inversión en capital humano. Lamentablemente hoy no se resiente el retroceso, o mejor dicho, el golpe demoledor, pero dentro de unos años, seremos testigos del terrible daño que habrá ocasionado a los mexicanos el desprecio por la educación de calidad, la erosión que se habrá causado a las posibilidades de millones de mexicanos para poder aspirar a mejores condiciones de vida.

Mientras en México seguimos siendo descuidados con la calidad de la educación que reciben a diario millones de niñas y niños, otros países avanzan con firmeza a incrementar no solo el número de horas que su niñez destina a la escuela, sino de manera central, a mejorar la calidad de la educación que reciben esos alumnos. Ahí estará el rezago más grave que heredará el gobierno del presidente López Obrador, en el rezago en las competencias de millones de jóvenes mexicanos que se toparán con jóvenes de muchos otros países mejor preparados para enfrentar un mundo cada vez más complejo.

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