Roberto García Requena | La Razón | 30 de Octubre 2015.
Todavía no hay una determinación final por parte del Congreso de qué hacer con la fecha del apagón analógico, programado para este 31 de diciembre. Lo más probable es que se prorrogue.
Las autoridades, la SCT y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), argumentan que todo estará listo para apagar la señal analógica y entrar de lleno a la TV digital en todo el país.
Cabe mencionar que cuando se apagó la señal en Monterrey, alrededor de medio millón de personas se quedaron sin TV. Además queda ya muy poco tiempo -2 meses- para entregar los 3 millones de equipos que todavía hacen falta entre la población de más bajos recursos, según padrones de la Sedesol.
¡Esto significa repartir 50 mil teles al día de aquí a fin de año! Ni la empresa más experimentada en logística de distribución logra una hazaña de este tamaño. Por ello, parecería que no estamos tan listos para transitar a la TV digital a finales de año.
Ahora bien, ¿Qué efecto tiene el posponer un año el apagón analógico para la nueva cadena de TV de Olegario Vázquez? ¿Qué efecto tiene para las frecuencias que se van a licitar nuevamente para servicios de TV digital, que quedaron desiertas en la licitación pasada?
Hay que recordar que Grupo Imagen pagó una contraprestación por mil 808 millones de pesos por su cadena de TV. Evidentemente a este grupo le interesa que se dé la transición a la TV digital lo antes posible, en razón de que sus frecuencias son para transmitir en digital. ¿Grupo Imagen hubiera ofertado otro monto en el proceso de licitación de saber que el apagón se podría posponer? Seguramente que sí.
Para la próxima licitación de frecuencias de TV digital no parece que haya mucha incidencia el posponer el apagón. Cualquier interesado descontará este factor de su plan de negocios para ajustarse al contexto real y ofertar una contraprestación correspondiente.
También se ha dicho reiteradamente que posponer el apagón cancela la posibilidad de concretar el proyecto de red compartida –también inscrito en la Constitución- en la banda de los 700 MHz. No comparto esta opinión por dos razones:
La primera es que el proceso licitatorio y de puesta en marcha de este proyecto se va a llevar un buen tiempo, probablemente mayor a la prórroga que tenga, de ser el caso, el apagón analógico. Segunda, la banda de los 700 MHz está prácticamente despejada en nuestro país. No se necesita del apagón para ocuparla para la red compartida.