2019-10-25
Sin todavía entrar en una recesión, la economía mexicana por el momento se encuentra estancada. Tan es así que los analistas de Citigroup y de Banorte bajaron nuevamente su perspectiva de crecimiento del PIB a 0.3 por ciento para este 2019.
Esto significa casi nulo crecimiento para este año. El problema radica en dos temas: 1) no hay motores que generen un impulso a la economía, y 2) hay desconfianza por parte de los capitales privados para invertir en México.
En el primer caso, el gasto público, fundamental en el empuje de cualquier economía, ha sido deficiente en este primer año de la administración del presidente López Obrador. Una razón de ello es la consolidación de todas las compras del Gobierno federal en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda (SHCP), que genera cuellos de botella que no permiten que el gasto público se ejerza de manera mucho más fluida y constante.
Por otro lado, los 485 mil millones de pesos en infraestructura que anunció a finales de julio la SHCP para reactivar la economía, todavía no se sienten en el crecimiento del PIB. Mucho de este dinero se asigna en procesos de licitación que tardan varios meses en ejecutarse, por lo que seguramente el impacto se verá hasta el 2020.
Aunque las exportaciones van bien, la economía americana se está empezando a enfriar. El ciclo de la economía de los Estados Unidos arrastra a la economía mexicana en el mismo sentido. Esto también va a impactar en el crecimiento del PIB nacional, particularmente para el próximo año.
Y el segundo punto es la falta de confianza de inversionistas, nacionales y extranjeros, para arriesgar capitales en un entorno de alta incertidumbre. Los empresarios no logran sentirse cómodos con las políticas públicas instrumentadas desde la 4T.
Si sumas estos dos factores, la realidad es que no está fluyendo el dinero a la economía. Esto aunado a la complicada situación de seguridad pública que vive el país, es la combinación perfecta para que cualquier economía se frene.
En otro tema. Este miércoles reportó resultados del tercer trimestre Crédito Real, la sofom que atiende a los segmentos bajos de la pirámide socioeconómica. A pesar de la desaceleración que enfrenta la economía mexicana, los números de esta empresa fueron bastante alentadores.
El crecimiento de la cartera de crédito fue de 24.4 por ciento, conformada por los siguientes crecimientos por región: México +21.5%, Estados Unidos +78.4% y Centroamérica +20.2%. Esto habla de una buena diversificación regional.
Con muy buena calidad de activos, el índice de cartera vencida cerró en 1.7% en el 3T19 vs. 2.1% en el 3T18, derivado de una mejora en los procesos de originación y cobranza en los negocios. Como referencia, el sector bancario registró un índice de cartera vencida de 1.9% en el 3T19.