Rodrigo Pérez-Alonso* / Excélsior.
En el marco del Programa Nacional de Infraestructura 2013-2018, esta semana el subsecretario de Comunicaciones, Ignacio Peralta, anunció proyecciones de inversión para el sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión en nuestro país por un total de 700 mil millones de pesos (mdp), de los cuales alrededor de 10% (73 mil mdp) serán invertidos por el gobierno federal.
Sin duda un anuncio de alta importancia para este sector, el subsecretario informó que este 10% se invertiría por el gobierno en programas de telecomunicaciones, televisión, banda ancha y cobertura social como el lanzamiento de dos satélites, el programa de migración hacia la Televisión Digital Terrestre (el llamado apagón analógico), la red compartida en la banda de espectro actualmente utilizada por la televisión analógica (700 MHz) y, la red troncal de fibra óptica operada por Telecomm Telégrafos.
Cabe destacar la inversión pública en dos programas públicos de despliegue de infraestructura de telecomunicaciones: en la red compartida de la banda de 700 MHz se tiene previsto una inversión pública de 39 mil mdp, mientras que en la red de fibra óptica una inversión de cuatro mil mdp. Estos dos programas, sin haber arrancado formalmente de acuerdo con el mandato de la reforma constitucional, ya han generado polémica en los medios escritos. Las razones que manifiestan algunos columnistas especializados son diversas y van desde el supuesto favoritismo hacia empresas chinas fabricantes de equipos en el despliegue de estas redes hasta el malestar por el uso de toda la banda de 700 MHz por parte del Estado para dichas redes. Sin embargo, juzgar estos programas sin tener todos los elementos de la ley secundaria y en la política pública, que establezcan principalmente el IFT y la Subsecretaría de Comunicaciones, es derramar tinta en vano.
Lo que es un hecho es que, con estas inversiones se detonará mayor competencia, cobertura y calidad en los servicios de telecomunicaciones. Al menos en programas de fibra óptica, otros países de Latinoamérica ya han iniciado con el despliegue de este tipo de redes en forma exitosa: Colombia, Panamá y Perú. En el caso de Colombia se licitó la instalación de una red de fibra óptica (que ganó el grupo de Ricardo Salinas Pliego), donde se deberá conectar a 96% de los municipios, mientras que en Perú se está en proceso de licitar la red, cuyo mandato se derivó de una ley aprobada por el Congreso peruano.
Estos programas serán una punta de lanza para conectar a la mayor parte de la población mexicana a servicios de telecomunicaciones no sólo por el mercado, sino también dando opciones, a través de la inversión pública, a poblaciones donde no es atractivo para los operadores invertir o desplegar sus redes.
Cambiando estación
Este es mi última entrega en el espacio Editorial de la sección Nacional. El lector me podrá encontrar a partir de la próxima semana y todos los miércoles en la sección Dinero.
*Young Global Leader 2013 del Foro Económico Mundial
Twitter: @rperezalonso
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