Roberto García Requena | La Razón | 4 de Septiembre 2015
Los expedientes de Telmex-Dish, UNO TV, y Claro Video los tiene el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) desde su creación, hace más de dos años. Hay que decir que son de los temas heredados de la extinta Cofetel. En los tres casos se trata de la prestación de servicios de video por parte de Telmex.
El regulador apenas anunció que iniciará el análisis de estos casos, por lo que podemos esperar todavía varios meses para conocer una resolución al respecto. Esto a pesar de que a principios de este año trascendieron las sanciones impuestas a Telmex y Dish por haber realizado una concentración indebida. Sanciones insignificantes, por cierto.
Lo que no cuadra es que se haga la indagatoria de estos casos posteriormente a que el mismo IFT determine el mercado relevante en el mercado de video y audio asociado, previsto para este mes de septiembre. Me explico.
Es previsible, y en línea con toda lógica regulatoria, que el IFT incorpore los servicios over the top (OTT), como lo son UNO TV y Claro Video, dentro del análisis de mercado relevante de la televisión restringida, y que definan dichos servicios como sustitutos de la TV por cable o satelital, como está ocurriendo en el resto del mundo.
Si esto sucede, automáticamente el IFT estará definiendo que UNO TV y Claro Video son servicios de televisión al público. Por ende, el preponderante de las telecomunicaciones, Telmex, estaría violando la condición 1.9 de su título de concesión que le prohíbe expresamente prestar dichos servicios.
De ser éste el caso, el proceso de análisis por la prestación de los servicios de UNO TV y Claro Video por parte de Telmex quedará prácticamente resuelto. Telmex tendrá que suspender la prestación de estos servicios, además de ser sujeto a una sanción.
En otras palabras, al resolver sobre el mercado relevante en el mercado de video, los casos de UNO TV y Claro Video quedarán sancionados. Sería más lógico y en términos secuenciales, que primero se hubieran analizado estos dos casos, para posteriormente definir el mercado relevante de la televisión restringida. No al revés.
El caso de Dish es distinto porque éste no es un servicio OTT, sino de televisión satelital. El análisis cambia.
