Roberto García Requena | La Razón | 18 de Septiembre 2015
En este espacio ya habíamos advertido acerca de la inviabilidad técnica y económica, para desplegar la red mayorista en la banda de los 700 MHz.
Este proyecto —nacido en el Pacto por México a propuesta del PAN— no tiene precedente en el sector de las telecomunicaciones, donde tradicionalmente el espectro radioeléctrico se ha puesto, mediante concesiones, a disposición de los operadores para que éstos puedan desplegar sus redes e infraestructura.
Sólo en México se concibió, desde la Constitución Política, una red compartida mayorista con inversión pública y privada, y con administración y supervisión estatal. Por cierto, la banda de 700 MHz es de las más valiosas para transmitir servicios de banda ancha móvil a nivel mundial.
La SCT se comprometió a sacar las bases de la licitación para finales de octubre. El costo de la red es una interrogante, aunque hay analistas que lo han calculado hasta en 10 mil millones de dólares. No parece que la situación económica nacional —tampoco la internacional— estén en condiciones de solventar un proyecto de esta magnitud, y menos con la poca claridad de qué es lo que realmente se tiene que construir y operar en dicha red compartida. Nadie entiende bien la naturaleza de este engendro —ni la SCT.
¿Qué hace la Secretaría de Hacienda al respecto? Propone, en la Ley Federal de Derechos para el ejercicio 2016, una reducción en los derechos por uso y explotación de la banda de 700 MHz. La SHCP propone disminuir la tarifa de 0.2 a 0.02 dólares por MHz Población.
Sin entrar al detalle de la métrica utilizada por la SHCP, esta reducción significa un descuento del 90 por ciento sobre la valuación original de este espectro radioeléctrico. ¿En verdad la SCT y la SHCP tienen tan poca claridad del valor financiero de esta banda como para, de un año a otro, proponer un diferencial de precios en el pago de derechos de esta magnitud?
Esto habla de la incertidumbre y desconocimiento por parte del gobierno federal —y de la industria— de un proyecto que significa meter a la banda de 700 MHz en una suerte de albur. Lo que no se vale es de plano rematar esta banda con el propósito de cumplir con el texto constitucional. Más bien valdría la pena hacer un esfuerzo legislativo para encontrar un mejor cauce a tan generosa banda del espectro.
Por otro lado, las modificaciones tan drásticas en las tarifas de los derechos a pagar, también generan inseguridad y ruido a los posibles participantes en el proyecto. ¿Quién les puede garantizar que para 2017 la SHCP no eleve —con apetito recaudatorio— la tarifa a los niveles de 2015? Las políticas públicas para atraer inversión, y en particular las fiscales, deben de ser consistentes y estables a lo largo del tiempo. De lo contrario los capitales privados se ahuyentan.