“No existen razones para que América Móvil no pueda obtener y utilizar el espectro de la banda de 2.5 GHz que anunció comprar a MVS, aseguraron fuentes cercanas a la empresa”, reportó El Universal en su edición del pasado lunes. Por su parte, la empresa manifestó su confianza en que obtendría la autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en abril. Me permito diferir.
Para comprender el problema conviene hacer memoria. La banda de 2.5 GHz (banda 2.5) es valiosísima para transmisión de datos de alta velocidad en conglomerados urbanos. De hecho, es la mejor banda que se puede usar para estos fines, por ello su altísimo valor y los grandes intereses en juego. Originalmente, la banda 2.5 fue concesionada en su mayor parte a MVS para prestar servicios de radio y televisión restringida; sin embargo, en el 2012 el gobierno de Calderón anunció que no renovaría las concesiones, ya que buscaba licitar la banda en el mercado.
MVS reaccionó con acciones legales y con una estrategia mediática en la que acusó al gobierno de condicionar a MVS la banda 2.5 a cambio del despido de Carmen Aristegui. El Poder Judicial negó a MVS la suspensión para detener el proceso de rescate y la licitación de la banda 2.5.
Con Peña Nieto, en el 2013 el gobierno negoció con MVS la asignación gratuita de 60 MHz de la banda 2.5, con la condición de que comenzara a operar servicios móviles 4G antes del 31 de diciembre del 2016. Esta negociación fue cercana al despido de Carmen Aristegui por su reportaje de la Casa Blanca. Aristegui asegura que la banda 2.5 fue un premio a MVS por su despido.
Es importante mencionar que los 60 MHz asignados a MVS corresponden al segmento 2500-2530 MHz para subida, y al segmento 2620-2650 MHz para bajada. Dichos segmentos son los más valiosos, debido a que los fabricantes de equipo se enfocan en estos segmentos por factores relacionados con aspectos técnicos y de costos. Cabe mencionar que la condición establecida para MVS de prestar servicios 4G antes del 31 de diciembre del 2016 no se cumplió.
El proceso de licitación para el resto de la banda 2.5 fue arbitrariamente pospuesto por el IFT para una fecha incierta. Sin oferta por parte del estado, MVS es el dueño de casi todas las canicas. De conformidad con la ley, la adquisición de la banda 2.5 por parte de Telcel requiere autorización del IFT y no deberá generar fenómenos de concentración. El IFT cuenta con 45 días hábiles para resolver tomando en cuenta el fomento a la competencia, la eliminación de barreras a la entrada de nuevos competidores y del uso eficiente del espectro. Considerando lo anterior, y tomando en cuenta que Telcel tiene casi 70% del mercado móvil, el IFT debería negar la autorización.
Aún más en el supuesto de que Telcel opte por adquirir acciones de la titular de la concesión, también deberá seguir un proceso de aprobación, ya que la ley de competencia define una concentración, entre otras, como la adquisición de activos en general que se realice entre competidores o cualesquiera otros agentes económicos. La ley tacha de ilícitas aquellas concentraciones que tengan por objeto o efecto obstaculizar, disminuir, dañar o impedir la libre concurrencia o la competencia económica. Para determinar si una concentración es ilícita, el IFT debe llevar a cabo un análisis del mercado relevante, identificando los principales agentes económicos que abastecen a dicho mercado así como su poder; además, se debe analizar el grado de concentración en dicho mercado y los efectos en el mercado en relación a los demás competidores de telecomunicaciones móviles.
De acuerdo con cifras de la consultora The CIU, de aprobar la operación, el IFT permitiría que el preponderante acumulara 51% de la totalidad de espectro asignado, frente a 32% de AT&T y 16% de Telefónica. ¿En qué planeta esto fomenta la competencia y no incrementa la concentración de mercado?
Ojalá el IFT analice cuidadosamente la compra de espectro por América Móvil y su daño, por años, a la competencia. Muy difícil de defender cualquier otra posición.