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Credibilidad y captura regulatoria


Decía el economista Milton Friedman que las presiones sobre las autoridades para autorizar una ocupación rara vez provienen de los miembros del público. Por el contrario, las presiones vienen invariablemente de la propia ocupación. Con ello, el premio Nobel de Economía y padre de la escuela de Chicago se refería a las presiones que los regulados ejercían sobre los reguladores; la industria sobre el gobierno para impulsar asuntos privados en la esfera pública.

Hace unos días estuvo en México el secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, Hamadoun Touré, el organismo internacional dependiente de la ONU que hace recomendaciones de regulación a nivel mundial a través de reglamentos y normas sobre comunicación electrónica como la radio, televisión, satélite, teléfono e internet. Su visita se hizo en el marco de un evento de inclusión digital patrocinado por Telmex y América Móvil.
Con palabras grandilocuentes y dispuestas a la inclusión a los servicios de telecomunicaciones como cierre en un evento bien organizado, sorprendió al final de su participación al llamar a una conferencia de prensa donde, con un guión en la mano, repitió e hizo hincapié en los principales puntos lastimosos para Telmex y América Móvil de la iniciativa de ley de telecomunicaciones que está en el Senado. Criticó a la OCDE, a los estudios del Foro Económico Mundial sobre conectividad, a la tarifa cero propuesta en la iniciativa, propuso que los competidores inviertan en sus redes (un punto discursivo de Telmex) y dijo que las tarifas de telecomunicaciones en México son de las más bajas del mundo. Una empresa hizo así uso privado de un regulador, quien a todas luces debe ser imparcial y estar por encima de los regulados.
Sin duda, un episodio penoso, no en el contexto de las peleas de los gigantes de telecomunicaciones y radiodifusión en México ni en el debate de la iniciativa de ley de telecomunicaciones, sino por haber sido cooptado para ser vocero temporal de una empresa.  Sin embargo, este cabildeo lleva años de gestación: el ingeniero Slim participa como copresidente de la Comisión de Banda Ancha de la UIT y personas ligadas a sus empresas han tenido puestos directivos en la UIT. Incluso un prudente vicepresidente de ese organismo internacional inició labores hace pocos meses en Telmex.
La UIT ha sido usada así como contrapeso a los organismos internacionales y organizaciones como la OCDE y el Foro Económico Mundial, quienes han expuesto los problemas de concentración en materia de telecomunicaciones y en el mercado de radiodifusión.
La última y más visible muestra de esta captura es que el próximo 16 de mayo, con motivo del Día Internacional de las Telecomunicaciones (también llamado Día de Internet), Carlos Slim recibirá de manos de Touré un premio por `su liderazgo y dedicación para promover el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicaciones, así como la conectividad a la banda ancha`.
La credibilidad es fundamental para organizaciones como la UIT. Hasta en tanto no la retome, seguirá siendo un ente capturado.

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