2018-12-03
La industria de la música ha tenido una notable evolución tanto en la grabación y producción como en el ámbito de la promoción y distribución. En el origen de la difusión de contenidos musicales está el vinil, con una amplia promoción en radio. Luego llegaron los casetes, que no sólo permitían la reproducción en una consola fija, sino que también en el auto o de manera portátil en el muy conocido Walkman. Poco después fue remplazado por el CD, el cual es grabado de manera digital.
Con la digitalización, los consumidores pasamos de escuchar música en formatos físicos al almacenamiento de canciones y álbumes de manera masiva los cuales podían ser adquiridos en tiendas como iTunes o Google. Ello modificó la compra de contenido musical ya que se podía comprar y descargar una canción en lo individual sin la necesidad de comprar el álbum completo. Bajo esta modalidad de adquisición llegaron los reproductores de MP3, los cuales te permitían almacenar una gran cantidad de canciones de diferentes álbumes y artistas en la palma de la mano, a comparación del casete y el CD que tenían un espacio muy limitado.
Hoy en día la forma de escuchar y adquirir música tiene un enfoque muy diferente, la aparición de las plataformas de streaming cambio el mercado de una manera muy significativa con sus distintas formas de negocio. Plataformas como Spotify, Apple Music, Google Play, entre otras, le permiten al usuario acceder a millones de canciones sin la necesidad de comprarlas y descargarlas. Ya sea de manera gratuita con anuncios, o mediante una suscripción, sólo se requiere de una conexión a internet (fija o móvil) para tener acceso al mundo musical.
Pero, ¿Qué ha pasado con la descarga de música ante este nuevo modelo de consumo musical?
En México, 57.2% de los internautas están suscritos en alguna plataforma de audio, esto es 14.4 millones de suscripciones, de los cuales el 93% escucha música a través de streaming. En otras palabras, solamente el 7% de los usuarios de los usuarios continúan adquiriendo canciones y álbumes de manera individual.
Lo anterior solo es posible si entendemos la alta penetración de smartphones con la que contamos actualmente (87% de las líneas móviles), el modelo de negocio de las plataformas de streaming (pago o con anuncios) así como la evolución del consumo de datos que tenemos en la actualidad (se ha triplicado en tan solo dos años).
Los datos anteriores dan una idea de la transformación que está sufriendo la industria de la música en nuestros días así como el rápido crecimiento que estamos teniendo de consumo de entretenimiento en línea. Es importante recordar que aún existen consumidores que continúan comprando CD, vinilos e incluso casetes. Es decir, coexisten diferentes modelos de consumo, a pesar de que los medios físicos han perdido terreno entre la preferencia de las masas.