Eduardo Ruiz Vega/ La Razón
La semana pasada inició formalmente el proceso de selección de los candidatos para ocupar los puestos de comisionados que integrarán a los nuevos órganos constitucionales autónomos, encargados de aplicar las reformas constitucionales y las leyes que de las mismas emanen, atinentes al futuro de las telecomunicaciones, la radio y la televisión de señal abierta, así como del régimen de competencia económica para combatir a los monopolios.
Me refiero, claro está, a los recientemente creados Instituto Federal de Telecomunicaciones y la nueva Comisión Federal de Competencia Económica.
La selección de los candidatos se encomendó, en primera instancia, a un comité de evaluación (el `Comité de Evaluación`) integrado por los titulares del Banco de México, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El Comité de Evaluación enviará al Ejecutivo Federal una lista con un mínimo de tres y un máximo de cinco aspirantes por cada vacante, de entre los cuales el Presidente de la República seleccionará a los designados que, a su vez, serán sometidos a la ratificación del Senado de la República. El pleno de cada uno de los nuevos órganos constitucionales autónomos estará integrado, respectivamente, por siete comisionados.
Al revisar la convocatoria pública para el concurso emitida por el Comité de Evaluación, misma que puede ser consultada en el sitio www.comitedeevaluacion.org.mx, recordé la estupenda película `The Right Stuff`, exhibida hace tres décadas y que está basada en la novela escrita por Tom Wolfe. Esta pieza de cinematografía, que conquistó algunos premios Oscar, basa su trama en las pruebas realizadas para seleccionar a los primeros estadounidenses que fueron enviados al espacio en ejecución del denominado Proyecto Mercurio.
Durante el desarrollo de la película, además de las pruebas exhaustivas y avatares a las cuales fueron sometidos los candidatos, y sus familias, se destaca la notable exclusión del piloto de pruebas Chuck Yeager que en su momento fue considerado el mejor piloto de pruebas de la Fuerza Aérea Estadounidense, involucrado en las misiones para abatir la prueba de velocidad del sonido y que, por decisión de los encargados de la selección, no fue escogido.
Estimo que el Comité de Evaluación, de manera congruente con la vocación técnica y académica de las instituciones que lo integran, llevó al máximo del detalle la de por sí compleja lista de requerimientos para seleccionar a los `mejores` candidatos para integrar a las nuevas instituciones creadas por el nuevo texto constitucional. Los aspirantes están obligados a presentar un cúmulo de documentación con una exhaustividad que no recuerdo en un procedimiento análogo, en el cual se incluye, por ejemplo, un reporte de su situación crediticia. Pero el punto en donde el proceso convocado rebasó muchas expectativas de los interesados, se centra en la amplitud de los temas especializados que serán la materia del examen que les será practicado. Deberán acreditar conocimientos en varias ramas del derecho, de la economía y de la ingeniería, para el caso del Ifetel. En su conjunto, estas materias rebasan los conocimientos que forman parte de cualquier disciplina profesional impartida por las instituciones de educación superior.
Por ello, a manera de colofón, podemos considerar positivo que exista un procedimiento para impedir que la ley se viole abiertamente como ha ocurrido, en algunos casos, en los últimos años. Sin embargo, también, debemos estar conscientes que con los requisitos exigidos por el Comité Evaluación, la lista de los `elegidos` podría fácilmente excluir a personas con experiencia valiosa y probada, como sucedió con el piloto Yeager en el programa piloto espacial estadounidense, por el simple hecho de no ser `todólogos` en las materias sujetas a examinación.
-0-
