Eduardo Ruiz Vega/ La Razón
Mañana inicia la Semana Nacional de Radio y Televisión, evento anual organizado por la cámara nacional que representa a la industria de la radiodifusión en México. Desde hace décadas, la semana de la radio, como se le conoce comúnmente, reúne a industriales, académicos y autoridades diversas. También a los legisladores que presiden las comisiones de radio, televisión y cinematografía en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.
Es un evento importante y con tradición. Este año, además, marcará un parteaguas en la relación del Estado con los medios electrónicos.
Varios son los aspectos que han generado un inusual interés en el evento. El primero, estimo, será entender la correlación que habrá de ahora en adelante entre las autoridades tradicionales del sector, como son la Secretaria de Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Gobernación, y la nueva y poderosa autoridad producto de la reforma constitucional en la materia: el Instituto Federal de Telecomunicaciones o Ifetel. Ante la ausencia de la legislación secundaria que pondrá los puntos sobre las íes la conducción que realicen los titulares de estas dependencias y el órgano regulador, se significará como el mejor retrato de lo que los industriales de la radio y la televisión podrán esperar en el futuro cercano.
Un segundo aspecto de gran importancia, mismo que se espera se contenga en el discurso que pronunciará el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en la tradicional comida con los radiodifusores, es el futuro de la transición de la televisión analógica a la televisión digital terrestre o TDT, así como de la radiodifusión sonora a la digitalización. Como se recordará, esta administración compró la fecha del apagón analógico que tanto deseó en su momento el ex presidente Felipe Calderón.
Hoy, la idea de que se podrá concluir con este proceso el 31 de diciembre del 2015, se mandata en la Constitución misma. Sin embargo, como han difundido los medios masivos de comunicación, esta aspiración enfrenta dificultades reales, como las presupuéstales.
Todas las incidencias de la Semana de la Radio se presentarán ante la ausencia de la legislación federal secundaria que, de acuerdo con el decreto de reformas a la Constitución Política, debiera emitirse durante la primera quincena de diciembre.
Éste constituirá otro aspecto particular del evento. Podemos adelantar que en la interacción que se presente entre industriales y autoridades, tanto en los foros como en los pasillos de la sede, se plantearán dudas y genuinas preocupaciones sobre el contenido, totalmente desconocido de las normas que habrán de regir el desarrollo de la radiodifusión en los años porvenir.
Así, como suele suceder, la Semana de la Radio habrá de significarse como un evento importante. Un foro en el que el año pasado su principal figura, Enrique Peña Nieto, asistió en su calidad de presidente electo. En esta ocasión la industria agremiada en la CIRT esperará algo más que cordiales saludos.
Twitter: @ruizvegamex
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Analista en telecomunicaciones
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