Este pasado miércoles, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunció la cancelación de la licitación de la red troncal, proyecto que se ideó en la Reforma de Telecomunicaciones y que se inscribió a rango constitucional.
La licitación de la red troncal pretendía, a través de una asociación público-privada (APP), llevar conectividad a aquellas zonas más alejadas del país. Se concibió como una red de transporte que, aprovechando los 25 mil kilómetros de un par de hilos de fibra óptica de la CFE, extendidos a lo largo y ancho del territorio, se pudieran ofertar servicios de banda ancha a la población.
La cancelación de la licitación obedece a la reciente creación, por parte del Gobierno federal, de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos; una empresa del Estado que pretende llevar servicios de Internet gratuitos a toda la población en el territorio nacional. Evidentemente la creación de esta entidad chocó con los propósitos de la red troncal, y el Gobierno se decidió por cancelar esta última.
La intención del Gobierno, sin duda alguna, es buena, al querer llevar Internet gratis a todos. Sin embargo, al parecer lo que no se ha entendido en la SCT es que se necesita del concurso de los operadores que tienen redes instaladas, y que además se necesita de muchísimo dinero para llevarlo a cabo.
Los 25 mil kms de fibra óptica de la CFE por sí mismos no son ni remotamente suficientes para llevar internet a todos. Esta red es solamente de transporte, pero no llega a los hogares de los usuarios finales. ¿La empresa CFE Telecomunicaciones va a invertir en la llamada “última milla”? No habrá recursos que alcance para ello. Nada se ha dicho de cuánto dinero público va a costar este proyecto.
Quedan muchas interrogantes al respecto. Incluso de orden constitucional por la cancelación de la red troncal. Esperemos que el Gobierno tenga las respuestas y sean convincentes.
En otro tema. El Banco de México decidió recortar la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto, al pasar de 8.25 a 8 por ciento. Parecería una buena medida de política monetaria que, ante la contracción del crecimiento económico, busca incentivar la inversión en el país. Se abarata el costo del dinero.
Ya se había comentado en este espacio la altísima tasa de interés real que hay en México, respecto a otras economías, particularmente la de Estados Unidos, y como los capitales especulativos vienen a invertir su dinero en el corto plazo, lo cual ha mantenido el tipo de cambio relativamente estable.
Sin embargo, tener una tasa de crecimiento para este año, cercana a cero, no es lo más alentador para la economía. Así que se aplaude la decisión tomada por el Banco de México.