Sorprendente resultado reporta, al segundo trimestre de 2017, América Móvil a la Bolsa Mexicana de Valores. Prácticamente creció en todos los rubros. Veamos:
Los números que reporta la empresa para sus operaciones en México son los siguientes:
Sus ingresos totalizaron 65,858 mdp. Esto es un aumento de 3.8% con relación al trimestre pasado y de 1.1% año contra año, impulsados por el crecimiento de ingresos por servicios móviles, que aumentaron 5.7% con relación al trimestre anterior y 7.3% anual.
Sus ingresos de línea fija disminuyeron -3.4%, cayendo a 24,251 mdp, mientras que sus ingresos celulares crecieron 3.9% a 43,520 mdp.
El EBITDA llegó a 20,786 mdp, un incremento de 2.7% respecto al trimestre anterior, pero 3.3% menor con relación al año pasado; su margen EBITDA pasó de 33% a 31.6%.
Sus suscriptores celulares llegaron a 73.09 millones, prácticamente la misma cifra que el 2T-2016, aunque destacaron los 157,000 clientes más de postpago (+6.4%) alcanzando los 12.3 millones y 60.7 millones de prepago.
Contó con 22.01 millones de accesos a líneas fijas (+1.3%), de los cuales 12.7 son de voz (-0.5%) y de banda ancha 9.2 millones (+4%).
Sin lugar a duda, estos datos reflejan que la empresa está más que saludable y que sus ejecutivos saben hacer bien la chamba. Salvo los ingresos de líneas fijas, que cayeron un 3.4 por ciento, en lo demás América Móvil creció en ingresos y usuarios.
Vaya paradoja que el agente económico preponderante en el sector de las telecomunicaciones, aun con la regulación asimétrica que se le impone, continúe creciendo y concentrando el mercado. ¿Será que el marco jurídico y la regulación específica que hasta ahora ha aplicado el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) son insuficientes?
Creo que esta pregunta viene muy al caso, sobre todo en el marco de la discusión que está por darse en la Suprema Corte respecto de la eliminación o no de la llamada tarifa cero de interconexión.
Esta regla, inscrita de origen en el marco legal, es una de muchas medidas para controlar el poder de mercado que ostenta el agente preponderante. Si a pesar de esta medida, y de toda la regulación específica dictada por el IFT, el preponderante continúa o, al menos, mantiene su calidad como tal, yo creo que los señores ministros de la Corte deberían ponderar en este sentido la eliminación o no de la tarifa cero.
Eliminar la tarifa cero sería un golpe de muerte a la incipiente competencia en el mercado. A menos que se pretenda que los números arriba citados crecieran aún más.