Hace 80 años nació la TV abierta en México como única opción para recibir contenidos audiovisuales, 21 años después (año de 1954) surgió en el país otra opción: la TV por cable. Algunos años posteriores vino la TV por microondas y la TV por satélite. Al conjunto de estas últimas, junto con la TV por cable, se le conoce como TV restringida.
En los últimos tres o cuatro años ha surgido, con cada vez mayor fuerza, una nueva plataforma de entretenimiento audiovisual conocida como OTT (Over The Top por sus siglas en inglés). Ésta no es otra cosa que la posibilidad de recibir contenidos audiovisuales a través de la red de Internet. Algunos ejemplos de OTT son Netflix, Amazon Video y HBO Now.
Esta evolución del mercado audiovisual se da gracias al avance tecnológico.
En los últimos años y como consecuencia de la digitalización de las señales es que existe una variedad de opciones para recibir señales de audio y video en nuestros hogares. La transmisión de contenidos por Internet (OTT) es la última moda. Cabe señalar que las OTT no necesitan concesión ni espectro radioeléctrico para su operación. Pero este punto lo platicaremos en otro artículo.
Ningún tipo de TV ha desaparecido y todas las plataformas compiten por captar el interés de los televidentes. Es innegable el desplazamiento que ha sufrido la TV abierta con la entrada de la TV restringida. Y ahora, también es de llamar la atención el desplazamiento que está teniendo la TV restringida, particularmente la de cable, debido a las OTT.
A nivel mundial, se estima que los ingresos del segmento OTT se cuadrupliquen entre 2015 y 2020. Para el 2020, se calcula que los ingresos por publicidad del segmento OTT serán de 40 mil millones de dólares, de un total de 85 mil millones de dólares, que representa todo el mercado de video. (http://tdgresearch.com/ott-ad-reven…).
Es un mercado reconfigurado el de contenidos audiovisuales, con una oferta programática mucho más rica que en años anteriores, y con una variedad amplísima de proveedores de TV de todos los tipos. La cantidad de jugadores en este mercado ha crecido de manera notable y entre ellos compiten, tanto por los ratings, como por atraer mayor publicidad.
Es una nueva realidad la del mercado audiovisual. Una realidad que tiene que venir acompañada de una regulación acorde, una regulación que reconozca la reconfiguración del mercado y que actúe en consecuencia, cuando así lo amerite el caso. Será interesante observar el trabajo que hagan los reguladores a nivel internacional en este tema. Y por supuesto estaremos atentos a la labor que realice el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) al respecto en México.
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