En los últimos días ha circulado una versión respecto a la posibilidad de prorrogar el apagón analógico hasta fines de 2017. Me parece un error que este rumor en realidad se esté contemplando como un escenario factible dentro del gobierno federal. La única razón por la que eventualmente se justificaría aplazar el apagón es porque no se logren los umbrales de penetración de receptores digitales entre la población. De lo contrario me parece una equivocación por las siguientes razones:
1) Se viola lo establecido en la Constitución Política que establece en el artículo quinto transitorio de la reforma en telecomunicaciones que la transición a la televisión digital terrestre (TDT) culmina el 31 de diciembre de 2015. Cambiar esta fecha significa tener que cambiar la Constitución lo cual se antoja imposible.
2) Se mata el proceso de licitación para lanzar dos nuevas cadenas nacionales de televisión abierta digital. La publicación de la convocatoria a la licitación emitida por el Instituto Federal de Telecomunicaciones hace unos días determina que el proceso inicia en el mes de junio de este año para concluir a mediados del año entrante. Bajo este esquema las dos cadenas estarían ya operando a fines del 2015, coincidente con el apagón analógico. En este sentido, retrasar la transición a la TDT significa modificar sustancialmente los modelos de negocios de los interesados en participar en la licitación. Seguramente el interés por participar se vería seriamente afectado al perder viabilidad los planes de negocio de las empresas. ¿Quién va a querer competir por una cadena nacional de televisión digital cuando todavía no existe la penetración para ello?
3) Se retrasa la liberación de espectro radioeléctrico con la devolución de los canales espejo al gobierno federal. Mientras más se dilate el apagón analógico, más tiempo estará ocupado el espectro para la simultaneidad en la transmisión analógica y digital. El espectro que se va a liberar con la transición a la TDT es muy valioso y necesario para servicios móviles de banda ancha particularmente.
4) Se retrasa la posibilidad de la multiplexación de los canales de televisión. Con la digitalización de los canales ya es posible meter hasta 5 o 6 señales en el mismo ancho de banda. Si no se digitaliza se pierde la oportunidad para que los operadores, establecidos y nuevos, puedan enriquecer su oferta programática y que los televidentes contemos con más contenidos.
Insisto, la única razón para suspender y retrasar el apagón es que no se llegue a un 90 por ciento de penetración entre los hogares que cuenten con un receptor digital. Para ello el gobierno ha decidido y programado cuantiosos recursos para entregar televisiones a la población de más bajos recursos.
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