No se dejen engañar aquellos que creen que con la resolución del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), respecto a la declaratoria de preponderancia notificada a Telcel a fines de la semana pasada, se va a resolver el problema de la concentración en el mercado de servicios móviles para dar camino abierto a un entorno de competencia. No hay nada más falso que creer que así será. La resolución del Ifetel, aunque aborda muchos temas, carece de un elemento fundamental sin el cual no será posible lograr un mercado competitivo. Me explico.
Un constante abuso que comete cualquier empresa que tiene poder de mercado es la discriminación de precios. Estas empresas utilizan su posición casi monopólica para imponer tarifas diferenciadas entre distintos tipos de clientes. En el caso de redes de telecomunicaciones, estas empresas cobran menos a clientes que realizan llamadas dentro de su propia red (“on net”), que a clientes que terminan llamadas en la red de otros operadores (“off net”). Esta práctica genera incentivos perversos para que los clientes del operador grandote no se vayan con el chiquito y el mercado permanezca altamente concentrado.
Este es justamente el caso del mercado móvil en México. Telcel, quien por cierto concentra el 70 del mercado móvil, ha discriminado precios entre redes desde hace años. Las tarifas finales al usuario que son “on net” son más baratas que las “off net”, a pesar de brindar exactamente el mismo servicio. ¿Qué ha provocado esta práctica? Pues sencillamente que la comunidad de clientes Telcel cada vez se hace más grande por tener tarifas preferenciales, en detrimento de la incipiente competencia.
Esta discriminación tarifaria al usuario es una de las prácticas más nocivas que Telcel ha utilizado para desplazar a la competencia y mantener su poder de mercado. ¿Pues qué creen, estimados lectores? Pues que al Ifetel se le olvidó este tema en su resolución de preponderancia. Telcel va a poder seguir diferenciando entre tarifas dentro de su red versus tarifas de llamadas que salen de su red. Los beneficios de pertenecer al club Telcel permanecen. De muy poco sirve una regulación asimétrica en interconexión, oferta y calidad de servicios, compartición de infraestructura, acuerdos en exclusiva, limitaciones al uso de equipos terminales, etc., al tiempo de permitir que Telcel continúe con prácticas discriminatorias en tarifas finales que no hacen otra cosa que evitar la competencia y mantener el control y concentración de mercado. Si esto no se corrige la resolución de preponderancia resultará en una burla con el paso del tiempo.
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