2 de agosto de 2012
Roberto García Requena
Ovaciones
En varias ocasiones en este espacio he escrito el tema referente a la banda que va de los 1500 Mhz a los 1690 MHz, que coloquialmente se le llama banda de 2.5 GHz, y la pérdida de oportunidad para su debida explotación. Es sabido que esta banda originalmente fue concesionada para servicios de televisión restringida por microondas, Pero hace algunos años, en razón de los avances de la tecnología, esta banda se declaró por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones para usos de banda ancha móvil. Esta situación provocó a nivel mundial un reordenamiento de este espectro para servir a los nuevos propósitos de la tecnología.
En México esto no ha sucedido. El principal operador es Grupo MVS, quien concentra los 190 MHz de espectro de la banda. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) negó en diciembre del año pasado las prórrogas a las concesiones que esta empresa ya tenía vencidas. La negativa se dio en razón a que el gobierno federal y un consorcio formado por la propia MVS, Clearwire, Intel y Alestra, no pudieron acordar el monto de la contraprestación que se tenía que pagar para que esta asociación pudiera mantener los 190 MHz de espectro en esa banda y explotar servicios de banda ancha al público.
Si bien la SCT ya decidió no prorrogar, que además contaba con la opinión de la Cofetel en este sentido, la realidad es que el gobierno federal tiene que implementar un rescate total de la banda. No es suficiente con negar las prórrogas de las concesiones vencidas. Es necesario rescatar los 190 MHz en todo el territorio nacional y no sólo aquellos pedazos que vayan llegando al término de su vigencia. La ley lo permite. El costo de oportunidad de mantener esta banda ociosa es altísimo.
A la administración de Calderón ya no le dio tiempo de implementar una política pública de largo plazo para esta banda. Será una tarea pendiente y de urgente resolución de la próxima administración. Por ello llaman la atención un par de acontecimientos que parecerían un congraciamiento de MVS con el equipo de Enrique Peña Nieto. Por un lado la demanda de su principal conductora, Carmen Aristegui, en contra del Movimiento Progresista por usar una de sus declaraciones para un spot sobre las pruebas del fraude del PRI. Y por otro lado el caso de John Ackerman que dice que renunció debido a que sus comentarios sobre la invalidez de la elección en el programa de Luis Cárdenas fueron censurados por presiones de gente cercana a Peña Nieto.
La banda de 2.5 GHz tiene mucho valor social y no es propiedad de nadie en particular. Ni de un partido, ni de un gobierno, ni de una empresa. Es un recurso de los mexicanos e insumo fundamental para instrumentar una política de banda ancha en México en beneficio de todos. Lo que es inadmisible es que este espectro permanezca en el limbo y pueda estar sujeto a caprichos y favores políticos.
