Roberto García Requena
La Crónica de Hoy
Los mexicanos seguimos pagando cientos de millones de pesos por llamadas de larga distancia que en realidad se pueden considerar como locales. Se calcula que de haber prosperado la regulación propuesta por la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para consolidar 200 áreas de servicio local (ASL) los usuarios nos ahorraríamos, a lo largo y ancho del país, alrededor de 400 millones de pesos al mes.
La consolidación de áreas no es otra cosa más que en zonas del país que están conurbadas el usuario no tenga que cursar una llamada de larga distancia para comunicarse. La idea es permitir la competencia entre operadores y que los habitantes de pequeñas poblaciones logren ahorros sustanciales al desaparecer esos cargos por concepto de larga distancia. Por ejemplo, las localidades de Ajalapan, Calipan, San José Axuxco, San José Tilapa y Zoquitlán, en el estado de Puebla, formarían una sola área de servicio telefónico, por lo que las llamadas telefónicas entre estas poblaciones se marcarían y serían cobradas como locales.
La historia de este asunto se remonta al 2007 cuando la Cofetel resolvió por primera vez consolidar diversas ASL de manera escalonada en el tiempo. Telmex se amparó y se suspendió el procedimiento durante un año. Los tribunales revocaron la suspensión de Telmex, y Cofetel resolvió nuevamente para que el 1 de noviembre de 2008 entrara en vigor la consolidación de las ASL. En esta ocasión, Telmex presentó un recurso de revisión ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). El 31 de octubre, un día antes de la entrada en vigor, Purificación Carpinteyro, entonces subsecretaria de Comunicaciones, regaló deliberadamente una afirmativa ficta a Telmex por los plazos legales transcurridos y otorgó nuevamente una suspensión a la resolución. De ese momento al día de hoy ha sido imposible lograr la consolidación propuesta.
La complacencia de Purificación con Telmex le ha costado a los consumidores, insisto, 400 millones de pesos mensuales. Han transcurrido 49 meses desde entonces, por lo que a la fecha el impacto en el bolsillo para los usuarios, en su mayoría de bajos ingresos, es de 19,600 millones de pesos. Y el daño sigue corriendo. De ese tamaño fue el regalito de la entonces fugaz subsecretaria Carpinteyro que duró apenas cuatro meses en el encargo, y que ahora curiosamente “abandera” las causas de la izquierda desde su curul perredista en la Cámara de Diputados.
La Cofetel ya derogó los lineamientos para consolidar las ASL. La idea es emitir unos nuevos para volver a empezar todo el proceso. Esperemos que el próximo titular de la Subsecretaría de Comunicaciones del gobierno entrante no anule la posibilidad de que los usuarios nos ahorremos una buena cantidad de dinero