Roberto García Requena/Ovaciones
La semana pasada tuve la oportunidad de visitar la ciudad de Londres. Me percaté que en muchos lugares públicos, principalmente en los vagones del Metro, se anuncia la página www.at800.tv que alerta a los televidentes de posibles interferencias en su señal de televisión abierta a propósito del despliegue de la tecnología 4G que están haciendo los operadores móviles en la banda de 800 MHz en todo el Reino Unido. Me llamó mucho la atención la difusión tan masiva de esta página por toda la ciudad y por supuesto entré a navegarla. La página es un ejemplo de cómo hacer bien las cosas en la prevención e implementación de ciertas políticas públicas en la esfera de las telecomunicaciones.
El contenido de la página es una advertencia -y ofrece también la solución- a los usuarios de televisión abierta de que su señal próximamente podría sufrir algún tipo de interferencia por la utilización del espectro radioeléctrico por parte de los operadores móviles para servicios de cuarta generación (4G) en la banda de 800 MHz, misma que está cerca de los canales de televisión digital abierta. Se explica en la página por qué en algunos hogares puede ocurrir dicha interferencia y se ofrece la instalación de un filtro que se conecta al televisor para evitar que esto ocurra, de tal suerte que el televidente nunca sea afectado con su señal.
Los estudios técnicos, la publicidad, la atención al público, y la distribución de los filtros es patrocinado por un fondo de 180 millones de libras (3,700 millones de pesos) aportado por los cuatro principales operadores móviles en el mercado británico: Vodafone, Telefónica UK (02), EE; y Three. Este fondo lo supervisa un consejo integrado por representantes de Ofcom (órgano regulador inglés), radiodifusores (incluida la BBC), usuarios y el Departamento de Cultura y Deporte.
Después de navegar la página te quedas con un buen sabor de boca de ver cómo los británicos están allanando el camino para que su población se pueda beneficiar de recibir servicios móviles 4G al tiempo de tomar todas las previsiones para que los usuarios de televisión abierta no sufran ningún tipo de afectación. Realmente es un ejemplo a seguir. Si este tipo de acciones se contrastan con lo que sucede aquí en México, se da uno cuenta de la pésima planeación e instrumentación que tenemos.
No hay que irse muy lejos para dar un ejemplo de ello. El inicio del apagón analógico programado a fines del mes de mayo pasado en la ciudad de Tijuana se tuvo que suspender debido a que una buena parte de la población no estaba preparada para ello. Ya sea porque no se le dotó con un decodificador para recibir señales digitales o simplemente porque no estaba ni enterada. Ojalá aprendiéramos de algunas experiencias internacionales como la inglesa.
Correo electrónico: garclarequenadtyahoo.com.mx
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