El bucle local (también conocido como la “última milla”) no es otra cosa que el cable que va de la central telefónica hasta la instalación del usuario. Es decir, es el último tramo de conexión para llegar al abonado.
Alrededor del mundo, por lo general, el bucle local perteneció a la compañía que originalmente desplegó infraestructura y que fue pionera en prestar servicios de telecomunicaciones. Esta empresa, generalmente, era de control estatal y constituía un monopolio natural en el mercado.
Con el tiempo, en los distintos países, el mercado se abrió a la competencia (década de los ochenta y noventa). Con la entrada de nuevos operadores y bajo una regulación asimétrica al operador incumbente, se optó por desagregar el bucle local. En pocas palabras, se reguló para permitir que otros operadores pudieran tener acceso al uso de la última milla y llegar hasta el usuario.
Esto ya es una realidad casi en todo el mundo, principalmente en Europa. Finalmente, y gracias a la reforma estructural en telecomunicaciones, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) acaba de establecer los primeros lineamientos para la desagregación del bucle local en México.
Esta infraestructura, por ser el operador incumbente, pertenece a Telmex. Con la desagregación del bucle local, Telmex tendrá que arrendar y permitir el acceso a la última milla a todo aquel operador que desee conectarse con el usuario hasta la proximidad de su casa u oficina.
De aplicarse correctamente la regulación para desagregar el bucle, es de esperarse que se promueva mayor competencia en el mercado, en beneficio de los usuarios, al recibir servicios de mejor calidad y a menores precios.
En otro tema
También, gracias a la Reforma en Telecomunicaciones, es muy interesante observar la reconfiguración del mercado móvil en México. ATT viene con todo. Después de adquirir Iusacell y Nextel por cuatro mil 400 millones de dólares, anuncia inversiones por más de tres mil millones de dólares para desplegar una red móvil de alta velocidad que se estima tendrá 100 millones de usuarios para finales del 2018. Ya era hora de que un operador le empezara a hacer sombra a Telcel.
Una disminuida Telefónica de España con su marca Movistar se tiene que poner las pilas. Todo indica que el mercado móvil mexicano se consolidará con dos o tres grandes jugadores que se repartirán por partes iguales los ingresos y el número de usuarios. Al tiempo.