Claro Video se llama el servicio de televisión que presta Telmex a través de su red. Con esto Telmex entra de lleno al triple play, empaquetando voz, datos y video. Ya alcanza el millón de usuarios y sigue creciendo su base de suscriptores en México.
Esto sucede a pesar de la prohibición que expresamente tiene Telmex en su título de concesión para prestar, directa o indirectamente, servicios de televisión. Lo preocupante es que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) no intervenga para eliminar esta práctica que atenta contra la competencia en el mercado audiovisual.
La prohibición que tiene Telmex no es fortuita. El poder de mercado de este concesionario, así como la alta concentración que ostenta en las telecomunicaciones —70 por ciento en el mercado móvil, y 80 por ciento en el fijo— hacen de Telmex un jugador dominante (preponderante en términos de ley).
Con la prohibición se evita que la preponderancia y poder de mercado de este operador se traslade también al mercado de televisión restringida. Hay toda una lógica regulatoria atrás. La propia OCDE ha señalado que las autoridades mexicanas tienen que ser muy cuidadosas antes de permitir que Telmex preste servicios de televisión.
En el estudio de la OCDE sobre “Políticas y Regulación de Telecomunicaciones en México (2012)”, se señala que “Telmex está en posición de hacer uso de su poder de mercado en banda ancha y telefonía para el mercado de televisión de paga, aprovechando el empaquetamiento de servicios. Además, la red nacional y el poder financiero de Telmex lo hacen capaz de desplegar ampliamente los servicios de televisión de paga en un intervalo muy corto”.
Claro Video está ganando cada vez más terreno en demérito de una sana competencia. Además de cambiar la composición del mercado audiovisual, Telmex está ejerciendo su poder de mercado en la televisión de paga.
El IFT tiene que actuar y rápido. Es clara la violación al título de concesión. El regulador existe para garantizar condiciones propicias al desarrollo de la competencia. La entrada de Claro al mercado de televisión inclina la balanza a favor del preponderante. Se extiende el poder de mercado de este operador e inhibe la entrada de más competidores.
Más adelante, y antes de autorizarle a Telmex servicios de televisión, el IFT tendrá que valorar si este concesionario ya cumplió con la regulación asimétrica que se le imponga, así como con las condiciones que marca el Acuerdo de Convergencia de octubre de 2006: interconexión, interoperabilidad y portabilidad.
Pero por el momento Claro Video está prohibido. Por cierto, también están pendientes las sanciones del caso Telmex/Dish.