A partir de que entró en vigor la Ley Federal de Telecomunicaciones, el pasado 13 de agosto, se hubiera esperado que las acciones en la Bolsa Mexicana de Valores de Axtel y Maxcom tuvieran una tendencia alcista, al tiempo que el valor de las de América Móvil (propietaria de Telmex) fueran para abajo. Pues no. Ha sucedido todo lo contrario.
La reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, las declaratorias de preponderancia por parte del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y posteriormente la promulgación de las leyes secundarias, deberían de ser suficiente motivo para que el valor accionario de Axtel y Maxcom haya incrementado. Sin embargo, en un par de meses la acción de Axtel ha caído casi 20 por ciento, mientras que la de Maxcom alrededor del 10 por ciento. La acción de América Móvil, por el contrario, ha aumentado casi 8 por ciento.
La lógica del mercado accionario ha funcionado, hasta ahora, de manera inversa a la lógica regulatoria. Las acciones del agente económico que ahora está sujeto a una regulación asimétrica, han aumentado, mientras que las acciones de los operadores que se deberían de beneficiar de esta regulación, han disminuido.
Por supuesto que la nueva ley y el marco regulatorio que conlleva no es la única variable que afecta el precio de una acción. Son muchos y diversos los elementos que definen los precios en el mercado accionario. Pero sí llama la atención que el comportamiento de las acciones de los principales operadores de telefonía fija, se dé en el sentido descrito. Faltaría conocer los estados de resultados de otras empresas que también participan en el mercado de telefonía fija, como las cableras, para tener un análisis más completo. Pero la gran mayoría no son empresas públicas y no hay información al respecto.
Me parece que algunas explicaciones plausibles de este comportamiento, es que los mercados hacía tiempo que ya habían descontado los efectos de la nueva legislación, por un lado, y que mientras Axtel y Maxcom no se consoliden o fusionen con otras empresas, por el otro, tenderán a minimizar su participación de mercado en esta nueva realidad de apertura regulatoria a la competencia. Otra razón podría ser que la ley y la regulación aplicada por el IFT todavía no rinde frutos. Habrá que esperar a finales de año para observar cómo se comportan las acciones en el último cuarto del 2014.
En otro tema: Ha trascendido en diversas columnas el negocio que se quiere orquestar en la banda de 700 MHz. Sin entrar en los detalles de la ineficiencia regulatoria que esto significa y que ya ha sido ampliamente expuesta en diferentes medios, es indignante que atrás de este cochinero se pueda encontrar el ex Presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, y sus secuaces, Juan Ludlow y Luis Lucatero, actual Jefe de Unidad en el IFT. Sería bueno que aclararan públicamente su participación en este tema.
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