Por mandato constitucional, en diciembre de 2015, ya no se podrá ver más la televisión analógica en México y se dará por concluida la transición a la televisión digital terrestre (TDT). Para ello es requisito tener una penetración de señal digital entre la población de al menos 90 por ciento. Cumplir con esta meta va a requerir al gobierno federal repartir alrededor de 13 millones de receptores digitales.
Más allá de los millonarios recursos que esto va a implicar, preocupan algunos aspectos del proceso que pueden comprometer la fecha del apagón. Ya es poco tiempo el que queda (un año y dos meses) y no se ha repartido ni un solo equipo. La logística de distribución para repartir esa cantidad de televisores no va a ser tarea sencilla, que además va a coincidir con el proceso electoral del 2015. No creo que el PAN y el PRD vean con buenos ojos que el gobierno federal esté regalando televisiones a la población al tiempo de que ésta vaya a sufragar su voto.
Por otro lado, y más preocupante, es que los equipos a repartir no incluyen la antena área de recepción de la señal. Sin la antena, en aquellas regiones que son muchas, dónde la intensidad de la señal es débil, pues nomás no se va a poder ver la imagen en la pantalla. La SCT quizá cumpla con una penetración de 90 por ciento de equipos receptores, pero ojo, esto no es equivalente a un 90 por ciento de penetración de recepción digital de la señal.
También falta una campaña masiva de comunicación social para informar a la población de este importante evento. En los países que se ha dado un apagón analógico exitoso se tuvieron spots y mensajes en radio, tele, impresos, redes sociales, internet, etc. para alertar a la población y prepararla para la transición a la TDT.
El apagón analógico es un tema que está íntimamente ligado a la licitación en marcha de las dos cadenas nacionales de televisión digital. En la medida que la transición a la TDT sea exitosa y de conformidad con la fecha de diciembre 2015, en esa misma medida la licitación de las dos cadenas tendrá mejores resultados.
Para que la licitación de televisión digital sea exitosa se necesita que avance una política pública clara, precisa y bien articulada por parte del gobierno federal para el apagón analógico. Si por cualquier razón este proceso fracasa y/o la fecha del apagón se modifica por la vía constitucional, la licitación de las dos cadenas estará en entredicho. Esperemos no sea el caso.