Sorpresivamente, a escasas seis horas de haberse dado a conocer la iniciativa del presidente de la República sobre la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, los presidentes nacionales del PAN y del PRD tuvieron tiempo de leerla, analizarla, entenderla y descalificarla.
Este hecho llamó fuertemente mi atención, ya que estamos hablando de más de 350 artículos de una altísima complejidad técnica que sin argumento alguno fueron objeto de adjetivos dogmáticos por las cúpulas de los dos más importantes partidos de oposición. Dijeron que viola el espíritu de la reforma constitucional de junio del año pasado y que es un retroceso, pero no explicaron qué artículos de la iniciativa van en contra de qué disposición constitucional ni aceptaron preguntas. Sólo ruido y mensajes políticos, nada de sustento técnico ni razones sustantivas.
La rapidez y beligerancia de la reacción de los que hasta hoy mandan en el PAN y el PRD dan lugar a la suspicacia y permiten aventurar una hipótesis que ha sido ya señalada por diversos analistas de la industria, y es que son bien conocidos los nombres de las viudas del Pacto por México que pretenden descarrilar la iniciativa para tratar de mantener el statu quo: Acosta Naranjo y compinches del PRD, Molinar Horcasitas y Santiago Creel del PAN.
Acosta Naranjo y Molinar Horcasitas han sido asesorados por el corrupto ex presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, quien durante su paso por el regulador de las telecomunicaciones recomendó a su socio y amigo Peter Bauer para que representara los intereses de Telmex/Telcel/Dish. Desde entonces, la mancuerna De Swaan-Bauer ha venido representando los intereses de América Móvil en muy diversos foros, desde el cabildeo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en amparos promovidos por Telcel en contra de resoluciones de la propia Cofetel hasta la elaboración de tarjetas para Acosta Naranjo y Molinar Horcasitas durante el proceso de redacción de la iniciativa enviada el lunes al Senado, pasando por la airada defensa de la asociación Telmex/Dish en el programa de radio de Carmen Aristegui.
Santiago Creel tiene como asesor a otro ex funcionario que representa los intereses de América Móvil, el controvertido Jorge Álvarez Hoth, quien fue subsecretario de Comunicaciones con el ex empleado de Telmex y ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola. Durante la administración del ex presidente Fox, tanto Cerisola como Álvarez Hoth hicieron todo lo que tuvieron a su alcance para poner barreras artificiales a la competencia, y esto no lo digo hoy, ahí están mis artículos en El Financiero y El Economista publicados durante esa nefasta administración.
Quizá con estos datos usted pueda entender mejor la reacción de Cecilia Romero del PAN y Jesús Zambrano del PRD, ambos inmersos en un complejo proceso de renovación de las dirigencias de sus respectivos partidos. Supongo que el apoyo del segundo hombre más rico del mundo puede ser esencial para que sus propios grupos se mantengan con el control de ambos partidos.
Sólo a una persona conviene que la gran reforma del presidente Peña Nieto en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión no se concrete o que, cuando menos, se retrase lo más posible. En el 2012, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos refirió que la ausencia de una competencia efectiva en el sector telecomunicaciones nos cuesta a los mexicanos 26,000 millones de dólares por año. ¿Cuántas voluntades políticas se podrán comprar con ese dinero? Conste que es pregunta.