Roberto García Requena | La Razón | 11 de Septiembre 2015
Caso Americano: en 1982 el Departamento de Justicia de los Estados Unidos obligó a la telefónica AT&T de aquel país, a desinvertir y partirse en siete compañías regionales independientes, conocidas como las “baby bells”.
La partición del monopolio de AT&T ocurrió hasta el 1 de enero de 1984, manteniendo solamente el servicio de larga distancia a nivel nacional. Las siete empresas que se formaron fueron: Ameritech, Atlantic, BellSouth, NYNEX, Pacific Telesis, Southwestern Bell, y US West. Con esta operación AT&T perdió un 70 por ciento de su valor en libros.
Éste fue el inicio de un proceso de apertura a la competencia en el mercado de telefonía local en Estados Unidos. Con el tiempo, se ha ido consolidando este mercado y, al día de hoy, existen varias compañías —incluidas algunas cableras— que pueden ofrecer el servicio de telefonía local fija. Una de ellas, y de las más grandes, sigue siendo AT&T.
Se puede decir que en Estados Unidos ya hay un mercado en competencia. Las empresas compiten entre sí, en términos de precios y calidad de servicio, por atraer al mayor número de clientes posible. Los precios son competitivos y la intervención regulatoria se hace cada vez menos necesaria.
Caso mexicano: en 2014, AT&T compra por 2,500 millones de dólares (mdd) a la empresa de telefonía móvil Iusacell. A principios de este año compra también a Nextel México por un monto de 1,875 mdd.
Adicional a los 4,375 mdd que desembolsó la empresa en estas adquisiciones, AT&T anuncia una inversión de 3,000 millones de dólares para desplegar en México su servicio de red móvil de alta velocidad, que pretende cubrir, hacia finales de 2018, a 100 millones de personas.
La intención de AT&T es hacerle competencia en telefonía móvil a Telcel, empresa que concentra el 70 por ciento de los accesos móviles en México.
Similitudes: en ambos casos se quiere transitar de un modelo monopólico a uno de competencia efectiva en el mercado.
Diferencias: 1) el caso americano se trata de telefonía local fija, en el mexicano es telefonía móvil; 2) en el primer caso AT&T se vio forzada a desinvertir, mientras que en el segundo la compañía compró empresas establecidas; 3) en Estados Unidos las autoridades reguladoras intervinieron y rompieron el monopolio. En México los reguladores no han podido/querido; 4) en el país vecino esto ocurrió hace 30 años, en México apenas comienza (éste es el tamaño del rezago); 5) el regulador americano, la FCC, existe desde 1934, mientras que en México la ahora extinta Cofetel nació en 1996. El actual Instituto Federal de Telecomunicaciones acaba casi de nacer.