vía El Heraldo
Como cada año, el estudio hace referencia a la diferencia entre personas que tienen acceso a internet y las que no, lo que comúnmente se denomina brecha digital
La semana pasada durante el marco del Día del Internet 2022, la Asociación de Internet MX (AIMX) emitió el estudio titulado “18º Estudio sobre los Hábitos de Personas Usuarias de Internet en México, 2022” análisis realizado por The CIU (https://tinyurl.com/yc42bped).
Este documento no sólo muestra las tendencias de acceso y uso de dispositivos y servicios digitales entre los mexicanos, también representa una herramienta crucial para materializar políticas y regulaciones orientadas a la eliminación de la brecha digital.
Como cada año, el estudio hace referencia a la diferencia entre personas que tienen acceso a internet y las que no, lo que comúnmente se denomina brecha digital. Sin embargo, por primera vez, el estudio detalla las diferencias significativas que existen entre aquellas personas que están conectadas en función de su nivel socioeconómico.
Este desglose permite reconocer la brecha de capacidades y acceso efectivo a herramientas tecnológicas que limita los potenciales beneficios económicos y sociales de quienes ya se encuentran conectados.
Una de las primeras diferencias es la complementariedad y sustitución de las redes de banda ancha fija y móvil. Por un lado, 97.7% de los internautas pertenecientes a un nivel socioeconómico (NSE) alto, es decir, A/B, realizan dicha conexión a través de ambas redes. En contraste, solo 34.4% de los internautas pertenecientes a los NSE más bajos (D+/D/E) se conecta por medio de ambos tipos de redes. Además, en este mismo grupo, 51.3% realiza su conexión a internet exclusivamente a través de las redes móviles y 14.3% por red fija.
La complementariedad en el uso de servicios móviles y fijos es fundamental ya que permite a los usuarios contar con conectividad de baja latencia (para el caso de las redes fijas) y ubicua (para el caso de las redes móviles). La sustitución (en contraposición a la complementariedad) entre ambos tipos de conexión en los grupos más vulnerables es clara consecuencia de la falta de solvencia económica.
Adicionalmente, un determinante trascendental del uso y aprovechamiento de las herramientas y servicios digitales es el acceso a dispositivos de conexión o terminales como los teléfonos inteligentes. Si bien el smartphone ha penetrado prácticamente en todos los niveles socioeconómicos por igual, la tenencia de computadora muestra una brecha de considerables proporciones: 94.1% de los mexicanos en el NSE alto acceden a internet a través de una PC o laptop, mientras que esto sucede sólo con 17.1% de los internautas económicamente más rezagados.
Los fenómenos de desigualdad descritos afectan, sin duda, el desarrollo digital y tecnológico de los mexicanos más vulnerables ya que se les limita a un aprovechamiento menos profundo del internet. Los beneficios de la teleducación, el teletrabajo y el acceso al comercio electrónico y la banca móvil se encuentran restringidos para los más pobres.
Un ejemplo claro que arroja el estudio citado es la diferencia significativa en actividades realizadas por NSE, principalmente en operaciones bancarias y compras on line: 76.8% de los internautas que pertenecen a niveles altos realizan dichas actividades. En contraste, barreras de procesamiento en dispositivos, bajos niveles de bancarización y cantidad de datos restringido limitan las actividades en NSE bajos, donde solo 2.8% realizan operaciones bancarias.
Sin duda, sigue siendo prioridad conectar a aquellas personas que aún no tienen acceso a internet; sin embargo, como deja observar el estudio, también es importante procurar que todas aquellas personas que tengan acceso lo tengan en condiciones similares. Solo así aseguraremos que, cuando tengamos alguna eventualidad como la pandemia ocurrida en estos últimos dos años, todas, absolutamente todas las personas puedan tener los mismos beneficios que nos otorga la conectividad.
POR GONZALO ROJÓN
COLABORADOR
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@GROJONG