2018-06-06
Hace tres semanas, le comentaba en este espacio la extraña ingenuidad con la que el candidato de la coalición Por México al Frente (Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano), Ricardo Anaya, había hecho suyas una serie de propuestas para el sector telecomunicaciones elaboradas por el grupo de asesores, consultores y publicistas que desde hace años cabildean la agenda del ingeniero Slim, y dije que la pandilla Telmex había chamaqueado al chamaco, sorprendido por la falta de pluralidad en el análisis y las tímidas referencias a la competencia en el sector. En ese artículo señalé al ex subsecretario de Comunicaciones durante el sexenio de Fox, Jorge Álvarez Hoth, como el principal asesor de Anaya en materia de telecomunicaciones y tecnologías de la información, e hice un recuento de sus acciones durante dicha administración (2000-2006).
Por lo anterior le pido me disculpe, estimado lector. Me fui con la finta y creí verdaderamente que Álvarez Hoth era el representante de Anaya para estos temas. Además, había señales claras al respecto. En un evento organizado a principios de mayo por MediaTelecom y por otras personalidades que directa o indirectamente trabajan para el ingeniero Slim, el ex subsecretario Álvarez Hoth hizo una exposición y participó en la elaboración de un documento con la serie de medidas que, según ellos, habrían de fomentar la cobertura y calidad de los servicios de telecomunicaciones. Aparentemente, Anaya hizo suyas esas propuestas y se comprometió a llevarlas a cabo en caso de ganar la presidencia de la República. Unos días después, en una reunión con los representantes de los candidatos organizada por la Anatel y la GSMA, Álvarez Hoth participó como representante de Anaya y repitió las mismas propuestas, que prácticamente derogan la reforma en telecomunicaciones y otorgan al preponderante América Móvil (Telmex y Telcel) todo aquello de lo que ha venido quejándose desde la reforma constitucional del 2013 y privilegios adicionales, particularmente la posibilidad de prestar servicios de televisión, aún sin cumplir con los requisitos en materia de competencia establecidos en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Lo dicho en ambos eventos y que, aparentemente, recogía la postura y propuestas de Ricardo Anaya en materia de telecomunicaciones, no pasó desapercibido para los competidores de América Móvil, tanto mexicanos como extranjeros, y causó preocupación por sus aspectos regresivos respecto de la reforma más exitosa de la administración del presidente Peña Nieto. Ya nos acostumbramos al discurso de López Obrador en el sentido de que va a derogar las reformas estructurales del presidente Peña, pero no habíamos oído a Anaya hablar en términos regresivos de reforma alguna.
Ahora, nueva información publicada ayer por Javier Tejado Dondé en El Universal, abre cuestionamientos sobre la verdadera postura de Ricardo Anaya respecto de la reforma de telecomunicaciones, la competencia en el sector y las políticas que una eventual administración suya implementaría. A decir del panista Juan Pablo Adame, Ricardo Anaya no autorizó la ponencia presentada por Álvarez Hoth en el evento de la Anatel-GSMA, misma que le era desconocida. De ser así, cabe preguntarse si el ingeniero Slim estaba al tanto del favorcito que sus asesores y cabilderos le querían hacer, o si, al igual que Anaya, recibió con sorpresa el apoyo de sus huestes al candidato de Por México al Frente. Yo me inclino a pensar lo segundo. El ingeniero Slim es muy cuidadoso en manifestar sus preferencias políticas. Seguramente las tiene, pero éstas se manifestarán en la intimidad de la casilla el 1º de julio.
Por lo que hace a la postura de Anaya para el sector, ya sabemos que desautoriza lo dicho por Álvarez Hoth, pero todavía no nos queda claro qué es lo que sí propone. Sabemos que Andrés Manuel López Obrador planea fomentar la operación de concesiones comunitarias e indígenas de telecomunicaciones para conectar a zonas rurales de la mano de gigantes como Facebook. Sabemos que José Antonio Meade pretende darle continuidad y profundidad a la reforma de telecomunicaciones de 2013. Lo que no sabemos es qué es lo que propone Ricardo Anaya y qué postura asumiría frente a la reforma y las medidas adoptadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones en cumplimiento de ésta.