2020.06.22
Vía El Heraldo de México
Durante el primer trimestre de 2020 (1T20), la macroeconomía de México mostró signos contundentes de desaceleración en el crecimiento económico que después se acentuarán con la pandemia del coronavirus. De acuerdo con el INEGI, se registró un retroceso anual de 2.2% en términos reales del Producto Interno Bruto (PIB), por tercer trimestre consecutivo.
El sector de telecomunicaciones, por el contrario, ha mostrado un desempeño extraordinario durante el primer trimestre del 2020 al aumentar en 7.8% los ingresos respecto al 1T-2019, contabilizando un total de 124,860 millones de pesos (mdp).
Esta dinámica fue liderada por el segmento móvil, logrando un crecimiento anual de 11.8%, siendo el segmento más dinámico y representando 6 de cada 10 pesos de los ingresos totales del sector. El número de líneas móviles ascendió a 123.8 millones durante este periodo.
Otro sector que creció de manera importante fue el segmento de TV de Paga al crecer 8.8%, en términos de ingresos, producto de una creciente contratación de internet en los hogares y sus respectivos empaquetamientos con servicios de televisión de paga o plataformas de contenidos bajo demanda.
Por el contrario, el segmento fijo fue el único segmento que se contrajo 3.8% en ingresos, a pesar de un crecimiento en términos de líneas de 2.3%. Ello derivado del continuo proceso de ajuste de tarifas a la baja en estos servicios y en alguna magnitud atribuible a la pérdida de valor y creciente sustitución de la telefonía fija para hogares y empresas.
A pesar de estas cifras alentadoras, se prevé que la crisis del coronavirus afecte, durante los siguientes trimestres, las trayectorias de crecimiento mostradas hasta marzo de 2020. De acuerdo con estimaciones realizadas por The Competitive Intelligence Unit ubicarían en un rango entre -3.9% y 1.0%, el crecimiento anual correspondiente a los ingresos totales del sector de telecomunicaciones en México para 2020.
Como ya se ha mencionado con anterioridad, el sector telecomunicaciones ha ayudado en gran medida a que diversas actividades económicas continúen al mismo ritmo previo a la pandemia, razón por la cual el rango de caída será mucho menor que el de la economía en su conjunto.
A pesar de lo anterior, la crisis sanitaria ha derivado en un aumento de la crisis económica que ya vivíamos, con efectos en las decisiones de consumo y contratación de los servicios. La menor derrama salarial y afectación de negocios por el cierre físico de miles de establecimientos, junto con la semi-paralisis social, han deprimido y congelado el
consumo.
Es por ello que debemos dar seguimiento a los próximos trimestres para ver cuán profunda es la crisis por la que estamos atravesando y tratar de entender los elementos de la misma para poder salir de ella lo mas rápido posible.