30 de julio de 2012
Javier Orozco
Milenio
Al cumplirse cuatro meses del “albazo” administrativo que Mony de Swaan intentó pasar “por debajo del agua” al Pleno de la Cofetel, donde buscó dar carpetazo a la investigación sobre si es o no servicio de televisión lo que presta Telmex a través de UNO-TV, hoy no se sabe nada.
Como señale en su oportunidad, para la transmisión de televisión existen diversas formas de emisión: la abierta (analógica), la restringida (cable, satélite, microondas), la digital terrestre, la ADSL o banda ancha (por medio de internet en computadoras) y la telefonía móvil.
¿Acaso cada cinco minutos se le tiene que recordar a Telmex que dice la condición 1.9 de su título de concesión?
Solo citó lo que no le gusta al empresario Carlos Slim: “Telmex” no podrá explotar, directa o indirectamente, ninguna concesión de servicios de televisión al público en el país”.
Para nadie es un secreto que a inicios de la década pasada, Telmex modernizó su red telefónica para implementar la tecnología ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line) a través del paquete llamado “Infinitum” con tasas de transmisión de 2 Mbps, el que sustituyó al “Prodigy”.
Lo que aporta la tecnología ADSL es explotar al máximo la capacidad de ancho de banda de las redes telefónicas convencionales, tal y como era Telmex en la década de los noventa; además, les permite incluir no solo internet de alta velocidad, sino también otra clase de servicios: video en demanda, tv de paga, videoconferencias y juegos.
En síntesis, Telmex requiere de la autorización de SCT para que le modifique su título de concesión; mientras tanto está en la ilegalidad. Un caso de Tv por red telefónica es Maligne Tv de France Telecom. Vamos para que hacernos tontos, ¿Don Mony, qué pasa?
INTERFERENCIAS
La primera emisión de “La Hora Nacional” se llevo a cabo el 25 de julio de 1937, en el gobierno del General Lázaro Cárdenas; es decir, hace 75 años, en los cuales los radiodifusores en un acto de buena fe y función social la transmiten, ya que no hay fundamento legal para difundirla. Añeja tradición que debe replantearse.