Javier Orozco | Milenio | 4 Agosto 2014
Un tema que ha sido muy comentado con motivo de la reforma en telecomunicaciones y las nuevas oportunidades de negocio en el sector, es el de los servicios over-the-top (OTT). Éstos son los que se brindan a los usuarios a través de internet, no directamente por un operador o concesionario de telecomunicaciones.
Dichos servicios no dependen de una concesión, entre las compañías con presencia internacional encontramos a Google, Facebook, Microsoft, Apple y Sony Music, por citar algunas.
Los OTT se están manifestando como una competencia directa para los servicios de telefonía, mensajería y televisión de paga que tradicionalmente habían sido ofrecidos únicamente por las empresas de telecomunicaciones con infraestructura propia, pues en muchas ocasiones los servicios OTT son gratuitos —sus ingresos derivan de la publicidad o del pago único al descargar la aplicación—, como es el caso del servicio de mensajería instantánea WhatsApp, o tienen costos muy bajos, como las llamadas de voz por Skype o de contenidos audiovisuales como Netflix.
Es un hecho que estos servicios OTT representan una puerta más de negocios en las telecomunicaciones, pues al ampliarse el acceso a la banda ancha —que es el medio a través del cual navegan— y al existir condiciones que favorecen su crecimiento —con mayor facilidad que los prestadores de telecomunicaciones—, como la nula regulación que limite su actuación y que no deben hacer inversiones en infraestructura para prestar sus servicios, prometen hacerse cada vez más presentes en nuestro país.
Se ha señalado que los servicios OTT son una amenaza para los concesionarios de las telecomunicaciones. Al respecto, empieza a surgir la polémica de si es necesaria su regulación. En Brasil, por ejemplo, los operadores de televisión de paga han solicitado una normativa similar a la que se les aplica. En cambio, en Europa se ha llegado a acuerdos mínimos entre operadores y OTT. En Estados Unidos, con la decisión de la Corte contra Aéreo, los servicios OTT quedaron en una posición incierta.
Lo cierto es que vienen avanzando y será necesario definir una posición respecto a una posible regulación o no.