En esta semana se han presentado dos fenómenos que tienen un impacto en la operación, vigencia y libertad editorial de la radio, la que no sólo libra una batalla ante nuevas plataformas digitales y estaciones “piratas”; ahora se le viene adicionar que, en el caso de las estaciones de la CDMX, señala el Ejecutivo Federal que: “Están completamente ladeados; o sea, nada más están de un lado, no hay equilibrio, todas las estaciones de radio en contra de nosotros”.
Y remata, “no hay quienes puedan defender algunos de los planteamientos nuestros, pero un desequilibrio total, no hay objetividad, no hay profesionalismo, son completamente tendenciosos”.
De esta manera, queda patentizado de nueva cuenta la línea presidencial hacia la “polarización”, cada estación de radio tiene libertad editorial, no puede amordazar a sus conductores o reporteros; sería tanto, como pedirle al gobierno que el Canal 11 y 14 no fueran tan oficialistas. La libertad de expresión no significa que todos pensamos igual.
Y es esta “polarización” del gobierno de la 4T (entre buenos y malos o liberales contra conservadores) que hasta en la licitación IFT-8 de 319 estaciones de radio, llama la atención -hasta el momento de la confección de este artículo- se va en la ronda 24, lo que se está ofertando en algunas plazas del norte del país, particularmente en Coahuila, Sonora y Sinaloa, que nos hace recordar las décadas de los setenta y ochenta con un empresariado -de esa región- molesto por el “populismo” de los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo. ¿Quién estará tan interesado en la radio en el norte del país?
La Licitación comenzó en septiembre de 2021, inicialmente hubo 155 interesados, pero solamente pudieron llegar a la etapa de subasta 41 participantes, en contraste en la Licitación IFT-4 en 2016 hubo 421 interesados y 167 llegaron a la subasta, el interés disminuyó.
¿A qué se debió? A la inseguridad en algunas plazas, falta de condiciones estructurales para invertir, un pastel publicitario que resulta escaso para tantas estaciones, las nuevas plataformas digitales, un diseño de licitación que impone barreras de entrada, resquemores de lo que sucedió en la Licitación IFT-4 en 2016.
Otros fenómenos que podrían impactar a la radio comercial en esta licitación son: ¿Qué efecto tendrá en el pago de las contraprestaciones por el refrendo de prórrogas? Si el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) deja elevar mucho los montos en la subasta que sirven de referente para el pago de contraprestaciones, hay plazas como Culiacán que ya han triplicado su precio de salida o Torreón que ya lo ha duplicado. Ya se verá en los resultados finales ¿quién ganó y qué obtuvo?
Mientras tanto, la radio mexicana está entre dos fuegos, cuando lucha por su permanencia: el político que cuestiona su libertad de expresión y unas licitaciones a “billetazos”, donde el IFT no ha sabido ser administrador del espectro.