Javier Orozco/ Milenio
El año que está por iniciar traerá un gran reto para el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), para lograr dos acciones clave de la reforma constitucional en telecomunicaciones y radiodifusión: la licitación de dos cadenas de televisión digital abiertas y la implementación del apagón analógico. La primera tarea a cargo del Ifetel y la segunda bajo la batuta de la SCT.
Ambas acciones van de la mano, debido a que las nuevas frecuencias de televisión serán en señal digital y para que puedan ser sintonizadas se requiere o un televisor con capacidad de recibir este tipo de señales o bien un decodificador que se adapte al televisor analógico, que permita ver las nuevas frecuencias.
Lo que salió publicado en el Diario Oficial el viernes pasado por parte del Ifetel es solo un programa que integra 246 frecuencias disponibles en 123 localidades para crear dos nuevas cadenas y de paso abroga el programa de la extinta Cofetel de junio de 2012.
En términos reales, dicho programa solo es un primer paso, faltan las bases y la convocatoria de la licitación, es ahí donde estará el punto neurálgico de este tema.
Por su parte, la SCT no ha dado señales claras de cómo en la implementación del apagón analógico en las distintas etapas que se tienen programadas y, como se ha señalado en otras ocasiones, este es un asunto de dinero. En un país donde existen millones de pobres, regiones marginadas y zonas poblacionales controladas por partidos políticos, no parece nada fácil para la SCT la entrega de decodificadores o de un televisor digital.
Simplemente, para 2014, ciudades como Guadalajara, Monterrey y el propio Distrito Federal, que están contempladas para el apagón analógico, ¿cómo le irá hacer la SCT por ejemplo en Iztapalapa (zona perredista)?, primero para censar y saber cuánto requiere distribuir, y segundo, si el PRD-DF y sus distintas corrientes ideológicas estarán de acuerdo en que el gobierno federal obsequie televisores.
No hay que perder de vista este binomio licitación-apagón analógico; deben ir sincronizados, pues de lo contrario uno u otro se pueden obstaculizar.
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