Javier Orozco
Milenio
Esta semana tendrá verificativo en la Ciudad de México la tradicional Semana de la Radia y la Televisión, organizada por la CIRT, cita a la cual acudirán los dos presidentes de México, el constitucional, Felipe Calderón y el electo, Enrique Peña. Por azares de la política mexicana y del marco legal, la industria de la radiodifusión escuchará lo que se hizo en seis años y lo que se avizora en los siguientes seis.
Hay que reconocer que en el gobierno del presidente Calderón se realizaron acciones relevantes en el sector, como el refrendo de concesiones a cientos de estaciones y que gracias a un análisis detallado se pudo desentrañar las trabas de la Corte.
Otro sueño anhelado por los radiodifusores era el cambio de frecuencias el que ha ido avanzando en diversas regiones del país, permitiendo a estaciones de radio en AM contar con otra frecuencia en FM y prepararse para la transición tecnológica; aunque todavía hay 172 estaciones en el limbo.
Pero no todo es “miel sobre hojuelas”, pues la digitalización de la radio y tv abierta parece ser el punto crítico de este gobierno y que heredará al próximo un serio problema.
De entrada, en materia de tv, el último “error” de Mony de Swaan fue pasarse por el “arco del triunfo” el artículo octavo del decreto del 2 de septiembre de 2010, donde se faculta a Economía ha “instrumentar las acciones necesarias a efecto de facilitar la adquisición de receptores o decodificadores para recibir el contenido de las señales digitales”. Mony lanza su propia licitación.
En radio digital a pesar que desde febrero de 2011 se aprobó el estándar IBOC para su transición, a la fecha no hay suficiente información para los usuarios, ni impulso para concesionarios o permisionarios interesados en la digitalización de sus señales.
Además, debemos tomar en cuenta que han comenzado a escasear los receptores ante la quiebra de una maquiladora en un país asiático.
Es así que la industria de la radiodifusión espera dos discursos: uno del adiós y recuento de logros y el otro seguramente impulsor del sector. El punto es que el sector radiodifusión espera políticas públicas con rumbo.