Javier Orozco
Milenio
Después de un proceso de análisis, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha tomado una decisión de Estado al anunciar el rescate de la banda de 2.5 ghz; si bien es cierto, existen 11 concesionarios que ya han sido notificados del inicio del procedimiento, tendrán el tiempo para manifestar lo que a su derecho corresponda, pero también lo es que los millones de usuarios de servicios de telecomunicaciones y los que potencialmente se pueden sumar al abrir esta banda de frecuencias a la competencia reditúan en un beneficio colectivo.
No era posible seguir rezagado en el mundo digital teniendo subutilizada la banda de 2.5 ghz, debido a que los cambios recientes en las tecnologías a escala mundial indican que el uso óptimo para esta banda de frecuencias son los servicios móviles de cuarta generación.
Hace una semana apuntaba que MVS estaba jugando a los tiempos y las circunstancias políticas, lo que se le olvidó es la lección que nos dejó Jesús Reyes Heroles:”El Estado tiene que intervenir, persiguiendo los fines superiores de la colectividad, articulando los distintos y contrapuestos intereses, implementando orden en el desarrollo económico… El Estado busca el bienestar social”.
En torno a esta decisión existe un comentario que llama la atención y que se requiere aclarar, para no desinformar al lector. Se dice que se trata de una expropiación.
Con base a lo establecido en la Ley de Telecomunicaciones y la Ley de Bienes Nacionales, la SCT tiene la facultad de rescatar una banda de frecuencia para la introducción de nuevas tecnologíasyasí poder satisfacer la demanda de servicios móviles avanzados (4G), evitando en todo momento la saturación del espectro disponible.
No hay que perder de vista que los bienes objeto del rescate siempre han sido propiedad de la nación, por lo que bajo ninguna circunstancia se puede argumentar la privación de la “titularidad” de algo que siempre fue del dominio público; es decir, las concesiones no dan el derecho de propiedad.
Por lo tanto, esta idea carece de todo sustento y lógica, ya que lo único pretende SCT es rescatar las frecuencias de concesiones vencidas y subutilizadas.