Con la ratificación de Gabriel Contreras como presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), parecen haberse calmado las aguas en el sector. Sin embargo, hay mucho en juego por delante.
La licitación de la banda de 2.5 GHz para servicios de banda ancha móvil está avanzando. Recordemos que esta banda (190 MHz en total) pertenecía a Grupo MVS. MVS se quedó con 60 MHz, que posteriormente el IFT autorizó se le vendieran al preponderante América Móvil, y los 130 MHz restantes son los que se pondrán a disposición del mercado.
Se espera que este proceso concluya a mediados del año próximo, lo que vendrá a reconfigurar la tenencia de espectro entre los operadores móviles. Lo más lógico es que el IFT restrinja la participación de América Móvil en este proceso, dada su concentración como agente económico preponderante, pero habrá que esperar las bases de licitación.
En el mismo tema de servicios móviles, también está la construcción en marcha de la red compartida. Este proyecto servirá para abastecer de espectro radioeléctrico a los operadores móviles, principalmente a los virtuales (MVNOs).
Por el momento parecería que los concesionarios tienen satisfechas sus necesidades de espectro. Si a esto le sumas que con la licitación en la banda de 2.5 agregarán más espectro a su acervo, es cuando surgen dudas respecto a la viabilidad y éxito de la red compartida. Misma que además ya recibió cuantiosos recursos de la banca de desarrollo mexicana.
Por otro lado, el IFT tiene que definir la tarifa de interconexión que entrará en vigor a partir del 1 de enero del 2018. Hay que recordar que la Suprema Corte declaró inconstitucional la mal llamada “tarifa cero”, dándole facultades al IFT para que determine dicha tarifa (no retroactiva) entre operadores.
El IFT tendrá que tener mucho cuidado en este sentido, para no contraponer el espíritu del constituyente para eliminar la tarifa de interconexión entre operadores móviles. O el regulador resuelve en el mismo sentido, o la tarifa tendrá que ser muy cercana a cero. Esto sucederá en las próximas semanas. Son muchos millones de pesos los que están en juego con esta decisión.
Todo esto, sin dejar a un lado las licitaciones que se avecinan en radio y TV. Como podrán observar estimados lectores, la agenda en el sector de las telecomunicaciones está cargada. Además, muchos de los temas se van a dirimir en tiempos políticos complicados, dados los procesos electorales que están a punto de arrancar.
El IFT tiene grandes retos muy próximos a resolver. Hay confianza que se concretarán de la mejor manera y en aras de alcanzar mercados cada vez más competitivos, y con beneficios tangibles al usuario final.